Orizaba.- En alerta se encuentra la región de Zongolica por la entrada del frente frío número 8 que este domingo afectó con lluvias y neblinas, por lo cual se ha insistido con al menos ocho alcaldes de la zona que tengan listos sus albergues, señaló Vicente Texoco Torres, coordinador municipal de PC en ese lugar.
“Actualmente en la zona de Zongolica estamos en alerta gris como en todo el estado por el Frente Frío número 8, en donde se espera fuerte especialmente por la altura”, comentó.
Por su orografía los municipios son propensos a deslaves, como ocurrió en el municipio de San Juan Texhuacan en donde hasta se registró un fallecido, pero al mes volvió a llover y nuevamente hubo deslizamientos, apuntó el director del ramo.
“En repetidas ocasiones con los consejos municipales del ramo hemos estado trabajando de manera permanente desde hace aproximadamente tres meses para que se tomen las previsiones necesarias”, insistió el coordinador de PC municipal y dijo que ante esa situación se hace necesario tener los albergues listos, ya que la población de un momento a otro ante los efectos de la naturaleza queda vulnerable.
“Se tienen ahí identificadas a un promedio de 17 familias a las que se debe reubicar, PC regional ya vino a hacer la evaluación para la realización de un dictamen y se pueda dar el desplazamiento de esas personas”, apuntó.
De igual forma recordó que la colonia Indeco, en Zongolica, es otro foco rojo en donde cada año se tienen inundaciones, y aunque en estos últimos meses no ha afectado tanto como en años anteriores, hasta el momento se mantiene un monitoreo permanente.
“Hay esa situación de riesgo que no cambiará hasta que se pueda concretar el desfogue que se tiene planeado desde hace años y que por diversas circunstancias no se ha podido lograr”, señaló Vicente Texoco.
Apuntó que debido a los distintos fenómenos climáticos que han golpeado a la Sierra, la población ya cuenta con una mejor cultura de la Protección civil, pero se hace necesario que las autoridades tomen cartas en el asunto para prevenir desgracias que se pudieran dar en posteriores eventos climáticos.