ZAGREB. El descontento entre los miles de refugiados que han llegado a Eslovenia, en su ruta hacia el norte de Europa, aumentó por la lentitud de los trámites para proseguir su viaje en un país desbordado, que ha movilizado al Ejército para gestionar la marea migratoria.
Cuando Hungría selló su frontera con Croacia, unos 21 mil 500 migrantes y refugiados, de ellos 8 mil sólo ayer, han llegado a Eslovenia, país de apenas 2 millones de personas. El éxodo no parece detenerse, con refugiados apretando el paso para llegar a Alemania, antes de que llegue el invierno y las bajas temperaturas hagan la travesía mucho más difícil y penosa.
El Gobierno esloveno modificó esta madrugada la normativa de defensa para permitir a los soldados que apoyen a la Policía en la vigilancia de la frontera de 670 kilómetros con Croacia.
El Ejecutivo también avanzó que solicitará el respaldo financiero de la Unión Europea (UE) para afrontar una afluencia de refugiados que supera las capacidades de la pequeña República.