Cuitláhuac.- Un mecánico fue asesinado tras recibir siete impactos de arma de fuego, al ser sorprendido por varios sujetos, quienes llegaron hasta el taller de servicio eléctrico La Dormida de la calle 9 entre avenidas 5 y 7, de la colonia San Pedro y luego de asesinarlo escaparon a bordo de un vehículo Tsuru.
Tras el homicidio, elementos de diversas corporaciones desplegaron operativos tácticos que de nada sirvieron para detener a los responsables.
Los hechos ocurrieron aproximadamente a las 19:30 horas de ayer, cuando Irán Morales Hernández, El Cucaracho, de 28 años, se encontraba laborando en el taller de servicio eléctrico La Dormida, fue sorprendido por varios sujetos, los cuales habrían bajado de un vehículo marca Nissan Tsuru y sin mediar palabra alguna le disparon en varias ocasiones hasta verlo tirado sin vida.
Una vez que los homicidas lograron su cometido, abordaron nuevamente el Tsuru y escaparon presuntamente rumbo a la carretera federal sin que nadie pudiera detenerlos
Vecinos del lugar luego de escuchar las detonaciones, salieron de sus viviendas y al ver que una persona se encontraba tirada y herida dentro del taller, solicitaron la presencia de los grupos de auxilio, sin embargo a la llegada de los paramédicos de la Comisión Nacional de Emergencia (CNE) y grupo Bace-Cuitláhuac, nada pudieron hacer ya que sólo confirmaron que el joven había muerto.
Elementos de la Dirección de Seguridad Pública municipal, Policía Estatal así como de la Fuerza Civil, al haber sido alertados del asesinato se trasladaron al lugar donde acordonaron la zona, ya que no hubo información de los responsables.
Después de varios minutos arribaron los peritos en criminalística de los Servicios Periciales, al mando de Ignacio Abraham Peralta, los cuales realizaron las diligencias correspondientes y en el lugar recogieron 10 cartuchos percutidos calibre 0.9 milímetros, producto de las detonaciones que hicieron el o los responsables del crimen.
Por su parte, elementos de la Policía Ministerial se entrevistaron con familiares del hoy finado, para recabar la información necesaria que pudiera servir para identificar a los homicidas.
Tras las diligencias realizadas por el fiscal regional Ricardo Bérchiman, el cuerpo fue levantado por el personal de una funeraria local y trasladado a las instalaciones del Servicio Médico Forense de Córdoba, para que se le realice la autopsia de ley, y continuar con las investigaciones para el esclarecimiento del asesinato.