México.- Cuando era candidato a la Presidencia de la República, Vicente Fox Quesada, decía un día sí y el otro también que si llegaba a Los Pinos, sacaría de ahí a todas las “tepocatas, alimañas y víboras prietas”. Esa era su particular forma de decir que se encargaría de acabar con la corrupción de los gobiernos priistas. También tenía una frase para referirse a los políticos que se habían enriquecido de manera ilícita, los llamaba “peces gordos”.
Fox llegó a Los Pinos y su sexenio se caracterizó por incumplir su promesa de llevar ante la justicia a las “tepocatas”. “Vicente Fox prometió que los peces gordos estarían en la cárcel y al final ni a charales llegamos”, recordó Marco Fernández, profesor de la Escuela de Gobierno del Tecnológico de Monterrey e investigador de México Evalúa.
Prácticamente Fox inauguró una nueva forma de comunicarse con el elector al incluir el discurso anticorrupción en los mensajes de las campañas electorales.
De Vicente Fox a Jaime Rodríguez Calderón El Bronco, gobernador de Nuevo León, cada día es más socorrido que un candidato a cualquier puesto de elección popular utilice alguna consigna para advertir que castigará a los políticos corruptos de administraciones pasadas, generalmente, de partidos políticos distintos al suyo.
En su mensaje ante el Congreso luego de rendir protesta como el primer Gobernador independiente de Nuevo León, El Bronco arremetió contra su predecesor Rodrigo Medina de la Cruz: “Hoy les digo claro y fuerte: se les acabó la fiesta a los bandidos. Que ni se hagan ilusiones los manos largas: a partir de hoy, se acabaron los moches y las transas”.
Medina de la Cruz dejó un Gobierno pintado por la corrupción y distintas acusaciones por enriquecimiento ilícito, en el que habría participado su padre Humberto Medina, dueño de por lo menos siete predios en el municipio de San Pedro Garza García con valor de 300 millones de pesos.