MONTERREY.- Como promesa de campaña, Jaime Rodríguez El Bronco presumió que su Gobierno estará integrado por los mejores elementos.
Después de su triunfo en las urnas, y ya instalado en el Palacio, El Bronco ha cumplido a medias.
En algunos puestos colocó funcionarios de probada solvencia. En otros, designó a personas que tienen, como mérito primordial, ser de su confianza. Otros fueron inelegibles, y cayeron de inmediato. Al difundir, en su gira proselitista hacia las elecciones del 7 de junio sus 28 objetivos de Gobierno, en el punto cuatro habló de un equipo con meritocracia, en el que la honestidad, congruencia y otras virtudes serían la carta de presentación de los servidores públicos de Nuevo León.
Como mandatario, no pudo hacer que se cumpliera su propósito.
Por lo pronto, ya fueron removidos de sus puestos dos funcionarios de su primer círculo que, por lo menos, faltaron a la verdad, al asumir sus cargos.
El lunes 12 desde la Tribuna del Congreso Local, el legislador priista Gabriel Tláloc Cantú pilló en falta al recién nombrado director del DIF estatal, Eduardo Santos González.
La ley señala que para ocupar el puesto es necesario tener 30 años cumplidos y el joven tiene 29, con seis meses. En abril de 2016 alcanza la edad, señaló el legislador del PRI.
La acusación del priista era el primer reto de Rodríguez, que manejó como bandera de campaña que “esta vez”, en su mandato, la ley sería cumplida a cabalidad.
El Gobernador de Nuevo León se vio obligado a hacer cumplir la ley.
Al día siguiente del señalamiento, la actual administración reconoció la inconsistencia legal y cambió a Santos a otro puesto desde el que seguirá mandando. Cuando cumpla el requisito, será reinstalado, se anunció.