México.– En México hay 7 mil personas que están recluidas en las cárceles y purgan una condena de hasta 10 años por robar una charola de carne, unas alitas de pollo, porque no tenían dinero y necesitaban comer, de acuerdo con cifras de la Comisión Especial de Reclusorios de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF).
Este tipo de delito se le conoce como “robo famélico” y por lo general lo cometen las personas de escasos recursos quienes no tienen para satisfacer sus necesidades básicas y que en México, de acuerdo con las últimas cifras del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), suman 55.3 millones, un aumento de 2 millones de personas respecto al 2012.
“En el Código Penal no se habla de robo famélico, lo ubican sólo como robo, las personas que hurtan comida no tienen ni siquiera para pagar una fianza y como no tienen una defensa adecuada las encierran y pasan hasta 10 años”, explicó la licenciada Olivia Garza, directora de Modernizando el Sistema Penitenciario A.C.