México.– Uno de los sicarios confesos que fundamenta la “verdad histórica” de la Procuraduría General de la República (PGR), asegura en la averiguación previa publicada por la dependencia federal en su sitio web, que no todos los 43 normalistas de la Escuela Rural Raúl Isidro Burgos (Ayotzinapa), están muertos.
Al menos 10 de los jóvenes que aseguran quemaron con llantas, basura, madera, gasolina y diesel en el basurero de Cocula no eran estudiantes, pues vestían diferente, traían el pelo largo y eran mayores a los jovencitos de primero que en su mayoría iban rapados, indica el autor material de la quema de los cuerpos en el Tomo 16 de la averiguación.
–Que diga el declarante si todos los estudiantes de Ayotzinapa están muertos–, le cuestiona un agente.
–No. Yo calculo que por lo menos 10 u ocho de las personas que se quemaron no eran estudiantes. Se distinguían porque usaban tenis y llevaban pasamontañas que escondieron hasta entre sus calzones. Tenían cabello más largo, a diferencia de los estudiantes, que iban casi pelones. Los estudiantes llevaban palacetes y huaraches, era muy fácil distinguirlos hasta por la edad, el corte de cabello y la ropa. Incluso la persona que indicaban era El Cochiloco, quien iba al mando de ellos, llevaba tenis y fue señalado en las entrevistas como el que tenía relación con el director de la escuela–, contesta.
De los 43 desaparecidos, 42 eran de primer grado y sólo uno era de segundo grado, por lo que al menos los 42 de nuevo ingreso debieron estar rapados, conforme a la “novatada” que el inculpado declaró se acostumbra en la Normal.
En su declaración El Jonas narra que el 26 de septiembre de 2014, vio en Lomas del Coyote, en la entrada de Cocula, una camioneta tres y media toneladas color blanca con 40 personas, de la cual escuchó gritos de auxilio que decían que “los compañeros de abajo se venían asfixiando”.
Jonathan Osorio indica que él viajaba en una camioneta y que antes de llegar al basurero, de la camioneta tres y media toneladas bajaron a cuatro jóvenes y los subieron al vehículo. Uno de los jóvenes ya iba muerto con un balazo en la cabeza.
Al llegar al basurero El Jonas declara que empezaron a bajar uno a uno a los muchachos y El Cepillo, La Rana y El Duba los iban acomodando en la parte alta y plana del basurero.
“Uno iba a continuación del otro y les iban disparando en la cabeza un tiro a cada uno”, dice. Un total de 15 jóvenes ya iban muertos al bajarlos de la camioneta tres y medio tonelada. Fallecieron asfixiados, asegura.
Los que quedaron vivos al final, según indica El Jonas, aseguraron que a todos los del primer grado los obligaban a raparse, además de “obligarlos hacer protestas y marchas y entre medio de ellos se meten agentes de Los Rojos”.
La versión de El Jonas coincide con la declaración de quien es señalado por la PGR como el jefe de la banda delictiva Guerreros Unidos, Sidronio Casarrubias Salgado.
Casarrubias Salgado indica que 17 de los hombres que fueron asesinados en el basurero de Cocula eran de la banda contraria a ellos Los Rojos.
“El Gil me dice que a los 17 Rojos ya se habían ido al agua”, declara. Es decir, los restos de los miembros del grupo criminal contrario, los habían tirado en bolsas negras al Río San Juan, aclara.