Córdoba.- Negocios disfrazados como salas de masajes, en los que en realidad se practica la prostitución, se suman al deterioro y la decadencia en la que las autoridades tienen a esta ciudad.
Arropadas por el gobierno municipal, estas casas de masajes operan con toda impunidad, ofreciendo un servicio “especial” para sus clientes.
Un caso que da cuenta de la impunidad con que operan estos establecimientos y con la complacencia de las autoridades, incluido el alcalde Tomás Ríos, es Angelitas del Cielo, un sitio ubicado a escasas seis cuadras del Palacio municipal.
Durante un ejercicio realizado por EL BUEN TONO, se comprobó que las mujeres son ofrecidas como cualquier producto a precios de entre 900 y mil 200 pesos por hora.
También funciona como casa de citas, donde se puede beber licor y tener sexo dentro del inmueble. Mientras, el Alcalde y los ediles se hacen de la vista gorda y dejan operar tranquilamente a esta red de explotadores sexuales.