Córdoba.- Por incumplimiento en normas sanitarias, los basureros a cielo abierto en tres municipios de la región deben ser clausurados y a los ayuntamientos que gozan de las recaudaciones sancionados económicamente, sin embargo, la necesidad de un relleno sanitario es urgente.
El ambientalista Guillermo Montealegre reconoció que es necesario cuidar el medio ambiente y respetar las normas que se aplican desde hace algunos años para sanearlo, específicamente que se evite la llegada de los lixiviados a los mantos acuíferos, que es uno de los principales objetivos que se cumplieron con el cierre del basurero 20 de Noviembre.
El consultor ambiental destacó que en la zona Centro siguen funcionando tiraderos a cielo abierto, que afectan al medio ambiente, como lo es en el caso de municipios como Atoyac, Cuitláhuac y Yanga, de ahí que urge que las autoridades locales concreten los proyectos de rellenos sanitarios que se han planteado meses atrás.
No todos los municipios pueden arrojar sus desechos porque no tienen ni la tecnología ni las instalaciones adecuadas, Córdoba debería tener su relleno sanitario ya que genera alrededor de 100 toneladas diarias.
Montealegre Quintero reconoció que en la zona Centro, el único relleno debidamente reglamentado es el de Nogales, donde se concentran más de 300 toneladas al día, por lo que recordó que hay leyes para regular el manejo de los desechos, sin embargo, son pocas las autoridades que las aplican en sus municipios.
Actualmente, en el relleno sanitario reciben todo tipo de desechos cuando en realidad en los depósitos debería arrojarse sólo material que no puede ser reutilizado y en el caso de plásticos, cartón y otros materiales se debería promover su reciclaje, pero no hay esa cultura.