Xalapa.- Agentes municipales de Acultzingo exigieron la salida del síndico, Cándido Carrillo Altamirano y del regidor único del Ayuntamiento, Tomás Rosales Sánchez, los señalan de malos manejos y de presuntamente incubrir a miembros del crimen organizado.
En conferencia de prensa, además se quejaron de la presidenta del Congreso Local, Octavia Ortega Arteaga, porque aunque los recibió, estuvo más atenta a su teléfono celular que a escuchar los problemas que enfrentan y sus preocupaciones por las acciones de los dos funcionarios.
Mencionaron que si ignoran su demanda, tomarán “cartas en el asunto en base con nuestros usos y costumbres” porque lo único que pretenden es que en el municipio haya tranquilidad y la garantía que los recursos se manejen de manera transparente, porque actualmente los funcionarios en cuestión colocan en riesgo la vida y la tranquilidad de los habitantes de las 32 comunidades que conforman al municipio.
Al respecto, el agente municipal de Potrero, Raúl Cruz Martínez, destacó el trabajo del alcalde Salomón Cid Villa, quien dio inicio al combate contra la delincuencia, pero los dos ediles lo frenaron al actuar de “manera extraña, parece que encubren a los delincuentes e, incluso, hay señalamientos de una relación muy cercana puesto que andan en vehículos de dudosa procedencia”.
Añadió que cometieron abuso de poder, de confianza y despidieron a muchas personas, “anteriormente con el afán de quedarse en el cargo, amenazaron a los agentes municipales para que las comunidades firmaran y destituyeran al actual Presidente”.
“Lo tenían prácticamente amenazado, extorsionado, tuvo que salir a tocar puertas”, aseguró a nombre de todos sus compañeros qu están cansados de los abusos.
Informaron que las comunidades ya tuvieron una reunión con los funcionarios y les pidieron que renunciaran, pero se opusieron y lo consideraron un desafío, al tiempo de advertirles que no saldrán del Palacio ni dejaran los cargos que ocupan.
Por eso aseguraron que ya recabaron firmas para solicitar formalmente su renuncia ante las instancias correspondientes y ayer así lo hicieron.
“Pero nos encontramos con la penosa bienvenida de la Diputada Presidenta del Congreso que nos ignoró, lo único que hizo fue tomar el documento, lo colocó en el escritorio y continuó viendo su celular, no nos hizo caso, casi nos dijo retírense y a punto estuvo de darnos un portazo en la cara”, subrayaron.