Orizaba.- Por cada 20 intentos de suicidio uno se consuma, el resto tiene la probabilidad de volver a intentarlo, aseguró en entrevista el psicólogo y promotor de la salud del IMSS, Cristian Espinoza Amador.
En el marco del Día Mundial de la Prevención del Suicidio, el experto informó que es de suma importancia fortalecer los canales de comunicación, principalmente en el núcleo familiar, ya que es en donde se generan este tipo de ideas derivado de los problemas económicos, laborales, escolares o de pareja.
La edad promedio en la que se suscitan este tipo de situaciones es desde los 10 años y hasta los 24, con más intentos y los mecanismos más frecuentes a los que recurren son el envenenamiento con medicamentos en exceso, lesiones con armas, ahorcamiento, entre otras.
Señaló que para que se logre la detección, prevención o evitar cuadros depresivos, esta comunicación efectiva permitirá que aquella persona vulnerable presente sensación de abandono, rechazo, desamor, sentimientos que puedan generar pensamientos o intentos de atentar contra su vida.
Aseguró que en muchas de las ocasiones el temor o la pena evaden este tipo de temas, principalmente en el sector de los adolescentes, sin embargo, es conveniente que se toquen estos asuntos de forma clara y directa.
Exhortó a las familias a no desestimar comentarios o insinuaciones sobre algún atentado, pues existen mensajes, como: “Estarían mejor sin mí”; “ya no los voy a molestar”; “me quiero morir”, entre otros, son llamadas emergentes como gritos de auxilio que pueden ser significativas y denotan que la persona está sufriendo.
Estas llamadas de atención son generadas por el joven hacia sus seres queridos, por lo que sí deben ser tomadas en cuenta, ser escuchadas y se necesita favorecer en ese mismo momento el diálogo para conocer los problemas.