ORIZABA.- Con asesoría de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), los sacerdotes de la Diócesis de Orizaba junto con el obispo Eduardo Cervantes Merino, diseñan las estrategias de lo que será el Año Pastoral de la Educación y Cultura, en donde el mayor desafío es caer en cuenta que la Iglesia está no sólo llamada a ofrecer la vida sacramental y espacios, sino a ir a anunciar la alegría de buenas noticias aprovechando la grandeza de las vocaciones.
El secretario ejecutivo de la Dimensión y Cultura del Episcopado Mexicano, Eduardo Corral Merino, quien expone el documento denominado Educar para una nueva sociedad y que elaboraron los obispo de México, confirmó que este material aborda la emergencia educativa que se refleja en distintas circunstancias y el papel de la Iglesia como institución educadora.
El responsable de la Dimensión de Educación y Cultura de la CEM, refirió que el mayor reto de este documento es llegar a todos los sectores, sobre todo a los hombres de buena voluntad, porque todos deseamos descubrir quiénes somos y a dónde vamos.
Educar, dijo, significa conducir a la persona para vivir en un contexto y realidad histórica, responder a la situación, salir de sí mismo, de lo contrario no se puede incluir ni observar o entender una mirada a los demás ni abrir su corazón a la solidaridad y trascendencia de la vida.
Este documento que dará como resultado un año de prioridades por la educación y cultura en el territorio diocesano de Orizaba, contiene 10 propuestas para asumir una sinergia educativa para caminar al mismo tiempo en la educación en México; es un instrumento pedagógico con la Sociedad Nacional de Padres de Familia, la Unión de Empresarios de México, además, la Universidad Popular Autónoma de Puebla.
Recordó que estamos en un cambio de época, por lo que es importante y medular abordar este tema para la sociedad de los tiempos actuales donde priva una crisis en los ámbitos, económico, social, político y cultural e incluso con medios de comunicación y tecnología, porque está faltando darle sentido a las cosas, “estamos metidos en inercias prácticas respondiendo de manera inmediata, sin mucha reflexión del por qué y el para qué”.
El especialista recordó que es todo un desafío atender estas vertientes en un ambiente saturado de violencia y falta de educación.