Orizaba.- Aunque Orizaba está a la espera de ser designada con el título institucional de Pueblo Mágico, para el presidente del Patronato que espera con las autoridades alcanzar esta categoría, José Luis Reneaum Alcocer, la ciudad ya es mágica y auténtica.
Dijo que la finalidad del Patronato legalmente constituido es ayudar a valorar y sobre todo conservar el prestigio e imagen de una ciudad limpia, ordenada y mágica.
El Patronato denominado Pueblo Mágico, está constituido por prestadores de servicios, gente activa en el desarrollo y desenvolvimiento de la ciudad y forma parte de los requisitos para lograr que Orizaba alcance esta categoría, aunque por su sola esencia, su infraestructura , historia y demás elementos ya lo es, insistió el representante.
Recordó que dentro de la visita realizada por aquellos que tienen a cargo el quehacer de evaluación de distintos aspectos, desde el Gobierno federal, se fueron muy conscientes de lo que fue una valoración del casco colonial y la riqueza que en muchos aspectos se registra.
Una de las recomendaciones que observa el patronato y que vigila desde ahora como ciudadanos comprometidos con su patria chica, es el rescate de las tradiciones entre las que destaca la de Don Francisco Gabilondo Soler, Cri-Crí, la cocina orizabeña y sus merenderos.
Orizaba tiene ya una infraestructura bastante aceptable, un nivel cultural y todo lo que ha logrado para tener esa algarabía en lo que se confía es la feliz espera de ser designado oficial e institucionalmente Pueblo Mágico, indicó.
“Orizaba ya es Pueblo Mágico, está excelentemente bien ubicada, salta a la vista lo que se está realizando y lo que ya se hizo en espacios como la Alameda, donde ya es la quinta generación a la que el Grillito Cantor está entonando sus creaciones, después de 100 años sigue viva su imagen”.
El Presidente del Patronato Pueblo Mágico llegó a Orizaba para ingresar a la primaria Manuel M. Oropeza, que fue parte de la Reforma Educativa y de ahí se tomó el criterio de que ahí en ese mismo plantel estudió el ex presidente de México, don Miguel Alemán; después estuvo en el Consejo Nacional de Turismo. De ahí nace el cariño a la ciudad, el decidir quedarse acá y ahora como tantos otros ser testigo de la transformación del municipio, compartió en entrevista.