Amatlán.- Una fuga en los dúctos de Pemex provocó un derrame de miles de litros de hidrocarburos, aparentemente diésel y gasolina, en unas parcelas localizadas entre los poblados de Los Ángeles y Loma del Carmen, de Amatlán y Cuichapa respectivamente, donde el escurrimiento alcanzó una vereda de dos kilómetros y un arroyo que cruza por al menos cinco colonias del segundo municipio.
Desde las 21:00 horas del jueves, habitantes del poblado Loma del Carmen, empezaron a percibir un olor intenso a gasolina, por lo que salieron de sus casas y reportaron la situación a la agente municipal Sara Román Lagunes, misma que solicitó el auxilio a la Policía municipal de Cuichapa.
Sin embargo, inicialmente acudieron policías de Amatlán, quienes no lograron identificar el origen del olor, e incluso verificaron el estado de una válvula que se localiza en el lugar.
Momentos después, arribaron al sitio Protección Civil (PC), y la Policía de Cuichapa, quienes a pesar de la fuerte lluvia inspeccionaron el lugar, donde descubrieron que el olor provenía de un arroyo que sale de los cañales.
Al notar que el agua iba mezclada con combustible procedieron a evacuar a las familias de la zona conurbada, y los enviaron a refugiarse con sus vecinos, debido a que manifestaban tener mareos e irritación de las vías respiratorias.
Tras recorrer más de dos kilómetros entre los cañales, descubrieron la fuga. Brotaba de una fosa que presuntamente habría sido cavada por ladrones de combustible.
A pesar del reporte a la estación de Pemex en Camerino Z. Mendoza, el personal de la paraestatal no acudió a atender la fuga en ese momento, siendo hasta la mañana de ayer cuando una cuadrilla de trabajadores arribó al sitio para verificar los daños, y cerrar las válvulas de paso.
La coordinadora de PC en Cuichapa, Viridiana Díaz Rincón, dijo que “recibimos el reporte a las 21:35 horas, llegamos a tomar las medidas pertinentes y cerca de las 22:20 detectamos de dónde provenía el olor. Se procedió a la toma de muestras de agua que olía a gasolina y reportamos a PC regional”. Aún cuando se dio aviso a PC de Amatlán, esta corporación no acudió a la emergencia.
En el lugar fueron evacuadas seis personas, entre ellas cuatro adultos y dos menores, de las familias Álvarez Rojas y García Galicia, mismos que fueron refugiados en la casa de su vecina María Rojas Castro.
Presenta denuncia Ecología
El director de Ecología y Medio Ambiente, Aldo de Cruz Lagunes, dio a conocer que se trató de derrame de gasolina en un arroyo que se incorpora al río Cuichapa, con ramificaciones subterráneas, por lo que ahora los daños a las parcelas y cuerpos de agua son incalculables, debido a que se desconoce la cantidad de combustible que se esparció.
Indicó que debido a los daños causados al medio ambiente, puso una denuncia ante la Procuraduría Estatal del Medio Ambiente, cuyo director es Álvaro Jiménez, a fin de que la dependencia intervenga en el asunto.
En el municipio de Cuichapa, el arroyo contaminado pasa por las colonias La Joya, Loma del Carmen, Las Brisas, Primavera y Dos Caminos.
Admitió que el daño puede ser mayor, tanto a mediano como a largo plazo, considerando que en esos cuerpos de agua existe flora y fauna, que por ahora se extingirá
en la zona.
En la región de Cuichapa, dijo, se tiene una selva mediana perinifórea y cañales a los costados del río, donde el agua se ocupa para los sistemas de riego por lo que no se descartan daños a la población.
Explicó que “si no se limpia pronto el arroyo, la contaminación puede durar hasta seis meses, será necesario utilizar químicos para neutralizar el
combustible”.
Evacuan a familias
Al menos dos familias de la localidad Loma del Carmen, en el límite entre Cuichapa y Amatlán, fueron desalojadas de sus viviendas, debido a que la fuga generó un fuerte olor a gasolina, lo cual provocó mareos, irritación de vías respiratorias y dolor de cabeza entre los pobladores.
Desde la noche del jueves, Álvarez Rojas y García Galicia fueron sacadas de sus casas y llevadas a otras viviendas. Sin embargo, ayer por la mañana, cuando retornaron a sus hogares, aún se percibía el olor a combustible, y el agua del arroyo todavía se sentía aceitosa, producto de la contaminación generada por los hidrocarburos.