Córdoba.- Un promedio de 1,400 millones de pesos son parte de las pérdidas que registran los transportistas, tan sólo en el pago del “mal llamado” subsidio, que se otorga a estudiantes y personas de la tercera edad, monto que debería de absorber el Gobierno del Estado y que sin embargo, se lo han dejado al gremio del transporte y si a esto se le suman pérdidas por la invasión de rutas, incremento al precio del combustible e insumos,
así como a la inseguridad, el panorama para los concesionarios del Transporte Público no es nada halagador. Ante esta expectativa, transportistas se proclamaron al borde de la extinción, por lo que solicitaron al Gobierno del Estado, que al menos se haga cargo del subsidio, ya que al año les representa una fuga de 1,400 millones de pesos, que bien podrían aplicar a la compra de alrededor de 1,200 nuevas unidades o al menos modernizarlas, sin embargo, esto les es imposible.
Ante la desesperación por la situación que priva en este sector, iniciaron una campaña para lo cual colocarán calcomanías en la parte trasera de las unidades en las cuales señalan, “estamos a punto de la extinción”.
Zilli Soberón dijo que el tiempo de vida para este sector no es amplio.