BRUSELAS.- Los líderes de la zona euro lograron el lunes un acuerdo con Grecia para negociar un tercer plan de rescate por 86 mil millones de euros a fin de mantener al endeudado país dentro del área monetaria, después de una cumbre de emergencia que se prolongó durante
toda la noche.
Sin embargo, las condiciones impuestas por los acreedores internacionales liderados por Alemania podrían poner más presión sobre el primer ministro de izquierda, Alexis Tsipras, fracturar su gobierno y provocar protestas en Grecia.
“Claramente la Europa de la austeridad ha ganado”, dijo el ministro de Reformas de Grecia, George Katrougalos.
“O aceptamos estas medidas draconianas o habrá una muerte repentina para nuestra economía porque los bancos continúan cerrados. De modo que es un acuerdo al que prácticamente estamos obligados”, dijo a la radio de la BBC.
Si la cumbre hubiera fracasado, Grecia se habría encontrado al borde de un abismo económico, con sus bancos cerrados al borde del colapso y ante la perspectiva de tener que imprimir una moneda paralela y, con el tiempo, salir de la unión monetaria europea.
“El acuerdo fue laborioso, pero se consiguió. No hay ‘Grexit’”, dijo el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, después de 17 horas de negociaciones.
El funcionario rechazó las sugerencias de que Tsipras había sido humillado al aceptar unas condiciones de amplio alcance y de inspiración alemana que siempre había prometido resistir.
“En este compromiso, no hay ganadores ni perdedores”, dijo Juncker.
“No creo que el pueblo griego haya sido humillado, ni que los otros europeos hayan perdido el respeto. Se trata de un arreglo típico de Europa”, sostuvo.