Orizaba.- La iglesia Católica está rezando y actuando por la paz, lo hace de muchas maneras, pero ayer domingo enfatizó su oración universal. Se pide que diariamente en las distintas comunidades se desarrollen estas jornadas.
La propia oración por la paz, incluye el tema de quienes gobiernan, pidiendo que lo hagan con acierto y se ruega por aquellos que olvidan que somos hermanos y provocan sufrimiento y muerte.
Esta es la herramienta en que se basa la fe, para que Dios toque corazones y nos cambie, la oración por sí misma implica ser trabajadores por la paz, advirtió el obispo Eduardo Cervantes Merino, cuando le pidieron su punto de vista sobre los sucesos que han ocurrido en la zona y la actuación de las autoridades de Gobierno al respecto.
El Obispo fue claro al indicar que de lo que los funcionarios hacen, es a ellos a quien debe preguntárseles, pero con respecto a la iglesia, está entendida como una comunidad: está orando por la paz, “bienaventurados los que trabajan por la paz” y eso nos toca a todos.
“No ser agentes de violencia”, es la petición a los cristianos, dijo el Obispo.
Aunque es muy difícil, porque se sabe son muchos los enredos políticos, sociales y económicos, de ahí que la complicación viene ante la urgencia de resolver sus distintos problemas y cae en cuestiones difíciles.
Minutos antes en su homilía, el Obispo recomendó a los creyentes actuar por la paz, ser honrados, vivir en armonía, educar por la paz y no caer en violencia insistió.
Sin embargo, hay quien se burla de quien cree en la paz, de quien vive y fomenta valores, pareciera como si los sentimientos del amor, de la paz, de la armonía, de solidaridad y respeto estuvieran muertos en el corazón de quienes hacen daño, de ahí que haya víctimas de la muerte, de la violencia y del pecado que es obra de satanás, añadió.
“Satanás el padre de la guerra, de la violencia y la mentira nos tiene… y es porque lo hemos permitido”, dijo.