Buenos Aires.- La polémica por las cifras de la pobreza que domina los medios en Argentina resuena un poco lejos en Los Tronquitos (Florencio Varela), a 32 kilómetros de Buenos Aires. Allí la gente está a otra cosa: a sobrevivir. “Me pongo un poco mal cuando escucho que dicen que sólo hay un cinco por ciento de pobreza y estamos mejor que Alemania. Aquí siempre hubo pobres. Los chicos [niños] están un poco mejor que hace 16 años, cuando empecé a dar comidas, ya no veo casos de malnutrición, pero hay muchas necesidades”, cuenta Modesta Álvarez, que con 69 años y nueve hijos dirige un comedor popular que alimenta cada día a 100 niños, algunos de sus padres, y varias menores embarazadas.
Entre ellas está una chica de 16 años, hija de Natalia Núñez, que dejó la droga y la prostitución hace poco y ahora va a ser abuela con 36 años. “Es mentira que haya tan pocos pobres, todos tenemos la asignación por hijo pero con los mil pesos (95 euros) que me dan por dos chicos no comés. Yo cuido a una abuela, gano otros cuatro mil (380 euros) y aún así no llego. La inflación te mata”, relata esta mujer que tiene otra hija en España.
Argentina vive desde hace 48 horas una gran polémica porque la presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, aseguró que la pobreza está por debajo del cinco por ciento. El jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, llegó a decir que Argentina está mejor que Alemania, que “no la está pasando bien en términos de pobreza”. Cualquier parecido entre un barrio pobre de Alemania y este de Los Tronquitos es inviable.
Las casas son de madera y chapa, y los caminos, de tierra con socavones que impiden el paso cuando llueve. No hay cloacas ni agua corriente, solo pozos. “No tenemos luz y estamos rodeados de conejos, cerdos y perros que contagian enfermedades a los chicos.
Aquí todo es precario, se agarran unas infecciones tremendas, cuando sacas la ropa a secar se queda el pelo de los cerdos y los perros y te llega de todo”, se queja Beatriz Ituarte, otra vecina. “Antes se podía vivir con un sueldo bajo. Ahora con cinco mil pesos (475 euros) y cuatro chicos no llegamos, nos falta de todo”, asegura.