Aprovechando la circunstancia de su comentario en el sentido de leer los escritos que eventualmente publico en este diario, me permitiré dar algunas opiniones, que posiblemente redunden en beneficio para la ciudad. En principio, le comentaré que el hecho de que esta ciudad esté atravesada por el río San Antonio, da como resultado que las Avs. 8, 10 y 12, sean interrumpidas en su trazo, lo mismo que la Av. 6 está interrumpida por la calle 5.
Por otra parte la Av. 4 termina en la calle 4; la Av. 2 termina en la calle 10, las Avs. 1 y 3 son las únicas que salen hacia Fortín. Las Avs. 5 y 7 concluyen en la calle 22; y la Av. 9 termina arriba en la calle 28 y en la parte baja en la calle 11. Por lo que la Av. 11 resulta en un desfogue de tránsito que viene del norte a tomar la autopista a México y continuando para unirse con las Av. 1 y 3.
Esta relación del tránsito de la ciudad que todos conocemos es consecuencia de un mal trazo inicial, y empeora las condiciones de circulación en las calles centrales, obligando a una mejor vigilancia de las autoridades de Tránsito, y a circular más despacio. También agrava la circulación los obstáculos que la dependencia de Obras Públicas inicia en cualquier parte y que demora en su construcción mucho más tiempo del que debiera, no sé si por falta de presupuesto o por una pésima logística, de lo cual tenemos ejemplos en varios puntos de la ciudad.
De igual manera resulta conflictivo que el transporte urbano use la Av. 4 calles 7 y 9 como terminal de recorrido, lo que obliga a que pasen vacíos de regreso a su improvisado término, estorbando la circulación en las estrechas y pocas calles y avenidas del centro de la ciudad, en las que incluso la Dirección de Tránsito permite el doble estacionamiento. Me parece que deberíamos modernizarnos, usando la terminal de autobuses y al mismo tiempo daríamos vida al mercado de La Isla, que es un elefante blanco.
Como es evidente la ineficiencia de ambas direcciones, para que usted. Sr. Presidente termine su administración con la aprobación total de la ciudadanía, quizás le convenga reemplazar a esos elementos por otros más trabajadores o más eficientes.
El contratista al que se le dio el trabajo de bulevar a Fortín genera grandes dificultades de tránsito y para agravar el hecho se olvida de los señalamientos, y tampoco hay elementos eficientes que ayuden a agilizar la circulación. También al ritmo que va avanzando, posiblemente no alcance a terminar para fin de año. Los motociclistas de Tránsito andan de día y de noche buscando clientes para pedirles dinero. Me tocó hace unos días sorprender a uno de ellos escondido tras una pared con su moto esperando a los que posiblemente bajaran por la Av. 1 a exceso de velocidad. Pero ese no es su trabajo.
En fin, Sr. Presidente, este es el momento en que podríamos aprovechar la amistad del Sr. Gobernador, con el Presidente de la República para que le solicitara la terminación del ferrocarril que libraría la ciudad de Córdoba y que es una obra que se inició en el sexenio de López Portillo, año 1982, así como el anillo de Circunvalación que se abriera hacia San Francisco Toxpan por el lado norte y hacia el campo de aviación por el lado sur y que está necesitando Córdoba desde hace varios años. Nos sentimos mal los cordobeses viendo cómo en Orizaba tienen servidores públicos que quieren a su ciudad.