En medio de la expectación, el convoy de la Fuerza Civil, abrió paso hasta el palacio municipal, donde los habitantes se apoderaron de las calles. La patrulla donde viajaban los cinco policías de Cañada Morelos fue estacionada justo afuera de las oficinas de la Agencia del Ministerio Público, donde ya eran esperados por el Fiscal.
Eran cerca de las 11:40 horas cuando se desató nuevamente la euforia. De repente se levantaron los cinco policías; tres de ellos ya no portaban la camisa del uniforme, situación que ponía en evidencia el maltrato al que habían sido sometidos durante todo ese tiempo; sus rostros estaban desencajados.
La multitud comenzó a ponerse más agresiva con los oficiales; ¡”Linchen a esos perros, para que aprendan a respetar”! ¡”Quémenlos vivos, hay que matarlos con piedras”!, gritaban los habitantes mientras arrojaban rocas y golpeaban a los policías con todo tipo de objetos.
El primero en descender de la patrulla fue brutalmente golpeado; en su desesperación buscó refugio debajo de la patrulla, pero le resultó contraproducente porque le ‘llovieron’ las patadas. Después logró levantarse e ingresar a las oficinas.
Sus demás compañeros corrieron con la misma suerte, algunos recibieron más golpes que otros. En un momento de extrema desesperación el último de los policías, un elemento que llamaba la atención por su sobrepeso, prefirió aventarse desde la batea hasta la puerta de la oficina pero, sólo provocó que lo golpearan con más odio por intentar escapar de los golpes.
Las autoridades de la FGE, no se libraron de las agresiones, pues aunque permanecían en el balcón, los habitantes les arrojaron rocas y objetos. “No les peguen por favor, ya no los lastimen”, gritaba el titular del Ministerio Público, mientras esquivaba las rocas y cinturon.
Una vez que ingresaron los elementos a las oficinas, la calma se apoderó del lugar; a pesar de ello, la presencia de las fuerzas policiales y de los enloquecidos habitantes ahuyentó a las personas que pretendían ejercer su voto en la casilla instalada frente del Palacio.