México.- Aunque Manuel Camacho Solís se desempeñó en diversos puestos políticos de alto nivel, nunca alcanzó su máxima aspiración personal: ser presidente de México.
Canciller, regente del Distrito Federal, comisionado para la paz en Chiapas y legislador federal, Camacho Solís —quien murió este viernes a los 69 años— vio cerca esa posibilidad en 1994, cuando buscó ser candidato presidencial del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Sin embargo, la dirigencia priista y Carlos Salinas de Gortari se inclinaron por apoyar la candidatura de Luis Donaldo Colosio —sustituido por Ernesto Zedillo luego de su asesinato—, un hecho del que Camacho Solís afirmaba haber obtenido lecciones y tras el cual explotó sus capacidades como negociador fuera de las filas del priismo.
“He aprendido de la derrota”, insistió 18 años más tarde en entrevista en Milenio TV al hablar del episodio de 1994, que algunos analistas consideran el punto que marcó su ruptura con el entonces presidente Salinas.
Seis años después, en el 2000, logró competir por la presidencia por el ahora extinto Partido de Centro Democrático (PCD), pero apenas obtuvo 0.55% de los votos de la contienda, en la que el PRI perdió el poder por primera vez frente a Vicente Fox, del Partido Acción Nacional (PAN).
El mediador
Entre sus cargos políticos y de gobierno, la negociación fue una habilidad clave para Camacho Solís.
“(Soy), alguien que ha vivido con enorme intensidad la política. Me ha tocado vivir las crisis más importantes del país de los últimos 40 años y en cada una de ellas (intento) tratar de aportar algo para una salida constructiva”, dijo en 2012.
Después, luego de la cuestionada elección de Salinas como presidente en 1988, encabezó las negociaciones con la oposición por los reclamos de fraude.
Más adelante, en 1994, tras el levantamiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), en Chiapas, Camacho Solís pidió al presidente Salinas de Gortari la oportunidad de negociar la paz con la guerrilla. En esa tarea, en la que afirmaba haber puesto en riesgo su vida, contribuyó a la tranquilidad del movimiento.
Ya fuera del PRI, fue adoptado políticamente por la izquierda. Fue diputado federal por el Partido de la Revolución Democrática (PRD), de 2003 a 2006, y posteriormente encabezó dos esfuerzos por unificar a las fuerzas políticas de esta tendencia: el Frente Amplio Progresista (FAP), en 2007 y el Diálogo para la Reconstrucción de México (DIA), en 2009.
Fue por esas fechas que Camacho Solís —según sus palabras— encaró la muerte tras contraer influenza A H1N1, por la que fue hospitalizado. En abril de ese año, la enfermedad puso a México en emergencia y en todo el mundo provocó unos 18 mil fallecimientos.