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Contradictoria maternidad

Superiberia

Las imágenes reunidas en la exposición Kinderwunsch, de la fotógrafa Ana Casas Broda (Granada, España, 1965), describen el proceso de la maternidad desde un punto de vista íntimo, sin pudores y despiertan reacciones diversas en los espectadores, afirma la autora.

 

Algunos se sienten incómodos ante la foto que muestra la costra de sangre del ombligo de un recién nacido, incluso frente al conjunto de dientes de leche que se le han caído a un pequeño. Ni hablar de la inquietud ante la madre desnuda que amamanta a su bebé o juega con sus hijos a embadurnarse espuma para afeitar o crema.

 

Hermosas y con gran poder de evocación, así son en conjunto las obras que forman esa serie, que a partir de hoy se muestra en Madrid como parte de la delegación mexicana que participa en el festival de fotografía y artes visuales PhotoEspaña 2015.

 

Ese proyecto de Casas requirió siete años y primero vio la luz en un libro de arte, galardonado en España en 2014.

 

El ejemplar invita a la reflexión“sobre la fotografía como un medio contemporáneo ligado a la identidad, la memoria y el tiempo, a través de una exhaustiva y profunda exploración mediante acciones, documentación y escritura”, explica la fotógrafa.

 

Añade que su intención al fotografiar detalle a detalle su proceso de maternidad fue tener una serie“contradictoria y compleja; pues así fue mi propia experiencia con todos los cambios de identidad y del cuerpo. Conseguí un flujo de narración entre textos e imágenes, las cuales se van intercalando como los niveles de la experiencia”.

 

Kinderwunsch es un término alemán que hace referencia a la unión de las palabras “niño-deseo”, al anhelo de procrear hijos, continúa la artista, quien se siente sorprendida frente a las reacciones del público con sus fotografías: “¡Son tan contradictorias!, pues el tema de la maternidad no sólo tiene que ver con tener hijos, sino con ser hijos, lo cual se queda en todos nosotros entrelazado con una serie de experiencias a veces innombrables”.

 

París, siguiente escala “Hay quien me ha dicho —prosigue Casas— desde ‘qué emocionante’, ‘qué tierno’ hasta ‘qué agresivo’ o ‘qué cruel’. Hubo un editor que no quiso publicar el libro con el argumento de que era demasiado violento y real. Otro señor que hace libros me dijo que era una bombita; había que cortarle la mitad y quitarle algunas cosas.

 

“No obstante, tuve mucha suerte porque conocí a una curadora estadunidense, Susan Bright, quien me incluyó en una exposición en Londres, en Chicago e Irlanda, con artistas que también abordan la maternidad, desde ángulos muy diferentes”. Ahí me di cuenta de que había mucho miedo y prejuicio en torno a la infancia, el cuerpo y el desnudo.

 

“Son situaciones que me sorprenden, pues como curadora de otros artistas, me han censurado imágenes de partos, pero no de decapitados. ¿Por qué les parecen violentas mis imágenes? ¿Porque hay afecto, vitalidad, contacto? ¿Y la muerte no les parece políticamente incorrecta? Es impactante”.

 

De madre austriaca y padre español, la artista pasó sus primeros años entre estos países. Radica en la ciudad de México desde 1974.

Kinderwunsch se presenta en el Círculo de Bellas Artes de la capital española del 2 de junio al 30 de agosto. Luego viajará a París, para inaugurarse en octubre en la Casa de América Latina. La colección forma parte del acervo de Fundación Televisa.

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