A partir de hoy son los últimos cuatro días de proselitismo electoral y el próximo domingo los ciudadanos tendrán la palabra para poner un nuevo orden político o dejar que se mantenga el actual con todas sus consecuencias negativas para las mayorías.
Se aproxima, pues, la hora para aplicar el voto de castigo o el sufragio del masoquismo —en aquellos que quieran votar por sus propios verdugos—. Al concluir la etapa de campaña de los candidatos, el próximo jueves, los electores tendrán la decisión en sus manos no solo para ejercer su derecho al voto sino para para resistir las ofertas monetarias o coerciones que busquen orientar dicho sufragio.
En este contexto, arriban a Veracruz personajes de la más funesta ralea que vienen a intentar engañar otra vez a los ciudadanos. Verdaderos impresentables que sin pudor alguno se atreven a hablar de progreso, democracia, seguridad, libertad, legalidad y equidad.
No tienen vergüenza. Uno de ellos es el ex gobernante estatal, e innombrable e impresentable, que lleva dos días paseándose en el distrito de Boca del Río tratando de “levantar” la deficiente campaña de la oaxaqueña Carolina Gudiño, candidata de la coalición PRI-PVEM. Como si no debiera nada, el impresentable se pasea libremente aunque no con los resultados que esperaba.
Los actos fueron en escenarios preparados en los que lograron unas decenas de personas, todas ellas con previo pago de entre 600 y mil 500 pesos para ir a echarle porras, a aplaudirle y tratar de tomarse fotografías a su lado –se habla que se gastaron 2 millones de pesos en pequeños sobornos para arropar al impresentable- Nunca fue una expresión genuina sino con interés por el pago previo y también por la posibilidad de obtener algún billete de la mano del sujeto, costumbre que mantiene como cuando tenía “el pinche poder en la mano”. ¿Por qué no hay fotografías abiertas que muestren la multitud en los boletines que difunde el equipo de campaña de la oaxaqueña? Saquen sus conclusiones.
En Boca del Río y en Xico estuvo otro impresentable, uno que navega entre el panismo y el priismo. Ese que hace quince años concentró la esperanza de cambio para la nación y resultó ser una pifia. El ex presidente Vicente Fox y su esposa Martha Sahagún, otra impresentable, se pasearon en una cafetería de Boca del Río y posteriormente acudieron a apadrinar la boda del secretario de Economía, Erick Porres Blesa, originario de Córdoba -pero solo por accidente porque nunca ha vivido allí-.
Fue una boda fastuosa en medio del quebrando financiero de la entidad aunque dicen las malas lenguas de doble filo que buscó padrinos de todo, especialmente los empresarios que se vieron beneficiados con los programas de la dependencia que encabeza. Por esta razón hasta la cadena de tiendas conocida como “La Jarocha Prospera” se tuvo que mochar para costear el bodorrio del perfumado funcionario. De lo que se entera uno.
Y precisamente en Córdoba estuvo quien impulsó a Porres Blesa al mundo de la alta burocracia estatal, el ex dirigente nacional del PAN y actual candidato a una diputación plurinominal por el Movimiento Ciudadano, Manuel Espino Barrientos, un impresentable más y con demasiada cara-dura pues llamó a prevenir el fraude electoral para el 7 de junio y a “cazar” con las cámaras de los teléfonos celulares a los “mapaches” que se quieren robar la elección. Vaya que el señor no tiene pudor ni recato pues él fue uno de los principales ladrones
que en el 2006 que se robaron la Presidencia de la República.
Las elecciones más fraudulentas en la historia de México han sido dos: la de 1988 cuando el priista Carlos Salinas de Gortari le robó la elección a Cuauhtémoc Cárdenas y la del 2006 cuando se impuso al panista Felipe Calderón y despojaron al tabasqueño Andrés Manuel López Obrador del triunfo.
En esa última, Espino era dirigente nacional del blanquiazul y maniobró para que se perpetrara el robo, delito que hoy llama a impedir y denunciar.
Por cierto, en ese tiempo uno de los partidos que resultó robado por los panistas fue Convergencia por la Democracia –hoy Movimiento Ciudadano del cordobés Dante Delgado, que abanderaba a López Obrador.
En esa desmemoria de Dante Delgado, hoy le da cobijo a Espino Barrientos, uno de los ladrones, y lo va a convertir en diputado federal por la vía plurinominal.
Así, cuatro de los impresentables del país se pasearon por Veracruz como si tuvieran el rostro y las manos limpias, burlándose de todos los ciudadanos.
VOTO-TAXIS
El personal de la oficina de Policía Regional de la Secretaría General de Gobierno en Córdoba estuvo muy activo la semana pasada. Claro, activos electoralmente pues reunieron a concesionarios del transporte público para exigirles el apoyo a los candidatos de la alianza PRI-PVEM en los distritos de la zona.
A los propietarios de autobuses y taxis les pidieron portar propaganda de los abanderados en sus vehículos y tenernos listas las unidades para el acarreo de votantes el próximo 7 de junio.
Los mismos taxistas cuentan que el titular de la oficina, Álvaro Gabino González Hernández, les ordenó colocar medallones con la publicidad del PRI y del PVEM.
El portar esa propaganda es garantía de que no serán molestados ni en retenes ni en revisiones por parte de los agentes de tránsito. Es más, aún cuando provoquen o se vean envueltos en algún accidente, la propagada del tricolor y del verde será su boleto para no terminar en el ministerio público.
Impunidad a cambio de apoyo electoral, les ofreció Gabino González, quien además les prometió otorgarles bonos para canjearlos por neumáticos nuevos –mismos que hasta el fin de semana pasada no se los habían dado- y en los casos donde las concesiones aún están en trámite, regularizar dichos documentos.
Todo a cambio de apoyar a Fidel Kuri Grajales de Orizaba y a Marco Antonio Aguilar Yunes de Córdoba. En la región serrana de Coscomatepec, González Hernández organizó reuniones de los transportistas para el candidato por Orizaba, Fidel Kuri Grajales y anunció la entrega de concesiones.
Además, Kuri obsequió una camioneta para los de Alpatláhuac y Calcahualco para que la rifaran entre ellos. En el caso del distrito de Huatusco, los transportistas fueron citados directamente en Jalapa donde les pidieron lo mismo en las oficinas del Julio Cerecedo, director de Política Regional.
La coincidencia es evidente, tanto Cerecedo como Álvaro Gabino González son burócratas de antaño en el ramo del transporte público y también expertos en el mapachismo electoral.
MAYO VIOLENTO
Se fue mayo, afortunadamente. Acabó uno de los meses más violentos en la historia del país y de Veracruz.
Más de sesenta personas murieron en diferentes enfrentamientos y casi el doble, unas 150 personas perecieron en actos aislados, no masivos pero si ligados a la actividad del crimen organizado ya sea ejecuciones o secuestros que finalizan con la muerte de la víctima. También se tiene el cálculo de un centenar de desaparecidos a lo largo y ancho del territorio nacional, lo que hace que mayo tenga un récord negro y dramático.
Los casos más estremecedores se dieron en Jalisco, Guerrero y Michoacán. Por ejemplo, el primero de mayo se vivió una jornada de violencia en Jalisco pues se dieron balaceras en distintas ciudades las cuales dejaron quince personas muertas, entre ellas siete militares de un helicóptero que fue derribado por el Cartel del Jalisco Nueva Generación.
En el poblado Chilapa, Guerrero, entre el 9 y el 15 de mayo, una serie de acciones violentas entre dos grupos criminales que se disputan la zona y que dejó 30 personas desaparecidas pues los sicarios los plagiaron.
En el mismo estado pero en Tlacotepec, se dio un enfrentamiento a balazos que ocasionó la muerte de cinco personas y ocho más resultaron heridas.
Más tarde, el 22 de mayo, un enfrentamiento entre policías federales, militares y bandas del Cartel de Jalisco Nueva Generación dejó un saldo de 43 personas muertas en el poblado de Tanhuato, Michoacán.
Por si lo anterior no bastara, la naturaleza también cobró su cuota mortal el 25 de mayo cuando un tornado azotó el municipio de Acuña, Coahuila, matando a 13 personas.
Esto es en el contexto nacional pues a nivel estatal la violencia también se paseó a sus anchas. En Veracruz hubo casos que sacudieron a la sociedad y provocaron que parte de ésta saliera a las calles para repudiar la inacción de las autoridades. El 2 de mayo fue secuestrado y asesinado el reportero de Tierra Blanca, Armando Saldaña Morales, su cuerpo se localizó en un lote baldío de Cosolapa, en Oaxaca, limítrofe con Vercruz.
El seis de mayo fue asesinado a balazos es abogado Genaro David Bermejo Orozco en Coatzacoalcos, al sur de la entidad. Ese mismo día en la zona conurbada Veracruz-Boca del Río fue secuestrada la jovencita Columba Campillo, en plena zona turística y su cuerpo sin vida fue localizado dos días después, el 8 de mayo, en un lote baldío.
Por ambos asesinatos la gente salió a las calles a realizar sendas marchas de repudio a la inacción gubernamental y exigiendo la destitución del titular de la Secretaría de Seguridad Pública, Arturo Bermúdez y del fiscal, Luis Ángel Bravo Contreras, mismos que siguen en sus cargos.
El día 20 de mayo, el ex dirigente municipal del PRI en Tierra Blanca y ex líder regional de los productores cañeros afiliados a la Confederación Nacional Campesina (CNC), Luis Manuel Lara Muñoz fue asesinado a balazos y el mismo día en Cuitláhuac, también victimaron al ex alcalde Ambrosio Borbonio Anne, y el mes terminó su racha mortal con la localización del cadáver de Tirso Sánchez Cruz, dirigente municipal del PAN en Acula y quien permanecía plagiado desde hace días.
Claro los casos anteriores son los que han generado revuelo en la opinión pública pero hay cifras que pasan de lado, a veces sin que se repare en ellas porque se han hecho tan cotidianas que ya forman parte de la cotidianeidad.
Son las de cadáveres que a diario se localizan en ríos, pozos, pantanos, fosas clandestinas, lotes baldíos y a orilla de caminos y carreteras.
En una revisión de la hemeroteca se tienen que un centenar de cuerpos sin vida fueron localizados en el territorio estatal.
Es decir, más de tres cadáveres por día se encontraron y todos con los mismos trazos de muerte que incluyó la tortura previa y en algunos, la mutilación.
En Córdoba hubo una racha de ejecuciones en plena vía pública. Así, sin duda mayo fue un mes históricamente violento y mortífero para Veracruz y para México. Por fin termina el mes, dirían los creyentes de los malos tiempos aunque no haya tales porque los malos son los hombres.