Orizaba.- Trasladarse en autobuses del transporte público se convirtió en un verdadero peligro para personas con capacidades diferentes, adultos mayores o embarazadas, porque los operadores parece que conducen vehículos de carreras.
Transitar por las calles en donde circulan autobuses de igual forma es para el ciudadano echar un volado al aire, pues los conductores rebasan los límites de velocidad y obligan al peatón a correr por los pasos peatonales, con el fin de mantenerse a salvo para no ser lastimados o atropellados y provocar un accidente mortal.
No ha sido siquiera la autoridad de Tránsito municipal quien controle las pistas de carrera con el transporte público, pues para quienes habitan cerca de la periferia de Circunvalación, por mencionar un ejemplo, se ha convertido en un reto salir de compras o acudir a realizar cuestiones personales, ya que se deben cuidar de los cruces de transporte público.
Viajar a bordo de un camión de pasaje de cualquier línea representa para el ciudadano ascender atento y vigilante de la forma en cómo conduce el empleado capacitado, el cual supondría estar preparado para dirigir un vehículo que de forma diaria es fundamental para quienes desean trasladarse sanos y salvos a sus lugares de trabajo, hogares o destino cualquiera.
Durante el mediodía de ayer, un adulto mayor quien ascendió al autobús número 72 de la ruta Circuito Valle de la línea Garita, llevaba a la mano un bastón con el que pretendía mantenerse en equilibrio, sin embargo, nunca pudo lograrlo debido a que el conductor rebasaba y esquivaba baches, situación por la que debió tomar asiento hasta que el chofer decidiera hacer alto para que el señor pudiera sostenerse y descender.
Abusan de la necesidad
Desafortunadamente la necesidad del ciudadano continúa siendo pisoteada, no tan sólo por los altos costos que deben solventar para hacer uso del pasaje local, sino por el abuso de los empleados que sin conciencia conducen a altas velocidades, pasando por alto que existe una autoridad, quienes por cierto no los han podido meter en cintura.
La existencia de calles en buen estado, se han convertido en pistas de carrera y competencia para los transportistas, quienes rebasan por mucho a las autoridades viales municipales.
Ciudadanos, quienes presenciaron el incidente del adulto mayor, aseguraron que es una burla que exista un aviso al interior de los autobuses en donde se proporciona el número 272-131-72-12 Garita, porque no hacen nada por corregir la situación.
Al número le sigue la siguiente leyenda: “Estimado usuario, nos interesa mucho tu seguridad y confort en este autobús, cualquier observación, sugerencia o queja, comunícate con nosotros por SMS o Whatsapp. Tu comentario, foto o video, será atendido a la mayor brevedad posible, muchas gracias. Atentamente la administración”.