Washington.- La imagen es surrealista: una autopista en Houston convertida en una piscina con decenas de automóviles apelotonados a un lado. La lluvia torrencial y los tornados han golpeado desde el fin de semana partes de los estados sureños de Texas y Oklahoma, provocando la muerte de al menos diez personas y cuantiosos daños materiales. El clima extremo también sacudió el lunes la ciudad mexicana de Ciudad Acuña, fronteriza con Estados Unidos, donde murieron al menos trece personas por el impacto de un tornado.
Más de mil casas han quedado dañadas en Texas y miles de residentes han sido desplazados. Cuatro personas murieron por el impacto de tornados en el centro del Estado, según medios locales.
Y dos fallecieron en Houston aparentemente ahogadas por las inundaciones del lunes, las peores en una década. Otras cuatro personas murieron en el Estado de Oklahoma, al Norte de Texas.
Las cifras corren el riesgo de empeorar. Al menos doce personas están desaparecidas en el condado de Hays, al Sur de Austin -la capital de Texas- por la crecida del río Blanco, que triplicó su caudal de agua. Son miembros de dos familias que estaban en una casa que fue arrastrada por la furia del agua. El Servicio Nacional Meteorológico prevé que se mantengan esta semana las lluvias intensas en esa zona al Sur de Esta