LA DEUDA QUE NO EXISTE
Hay un dicho jarocho que define a quienes hacen algo malo y además lo presumen o le agregan actitudes que lo hacen peor. El refrán dice: “hay que ser cochino pero no trompudo”, y el mismo aplica perfectamente a muchos políticos que rebasan cualquier asombro. Claro, con todo respeto para los porcinos que no tienen la culpa que se les comparen con los políticos. Tal refrán que queda al dedillo al alcalde cordobés, Francisco Portilla Bonilla, que el lunes pasado emitió todo un “perlario declarativo” sobre las finanzas municipales.
El edil sostuvo que el Ayuntamiento a su cargo, no tiene deudas sino al contrario, goza de finanzas sólidas y aún más, agregó que esa bonanza se desprende porque ejerce una administración eficiente y austera. “Estamos poniendo el ejemplo, nos apretamos el cinturón y no tenemos ningún adeudo”, afirmó sin tapujos ni recato cuando los reporteros le cuestionario sobre la versión de que Córdoba requiere un rescate financiero por parte de la federación. Por supuesto, tales declaraciones no pasan la prueba de la verdad. ¿Si hay finanzas sanas, por qué no hay obra pública de valía ni servicios de calidad?, y ¿por qué el Ayuntamiento de Córdoba se niega a revelar la información financiera a los ciudadanos que lo solicitan?
El Instituto Veracruzano de Acceso a la Información (IVAI) tiene varios expedientes abiertos sobre la administración portillista que esconde bajo siete llaves los documentos sobre los pasivos del municipio. Desde el año 2011 a la fecha el IVAI ha emitido recomendaciones para que libere la información con poco éxito pues, según consta en los expedientes abiertos por el organismo, la Unidad de Acceso a la Información Pública del Ayuntamiento regatea la información bajo el argumento de que los informes se presentaron en el congreso local y es el Poder Legislativo del Estado, el que debe decidir si lo revela o no.
Es decir, Portilla Bonilla arroja la pelota a los diputados con tal de no decir el monto de la deuda pública del Ayuntamiento. Todo eso consta en actas del IVA, basta revisarlas en la página electrónica del mismo. Aunque una cosa es muy cierta, nadie –a excepción de los coludidos- sabe el monto real de la deuda pública de Córdoba. Es un asunto tan espinoso y que conduce a casos de corrupción que por eso la mantienen en sigilo. A principios del gobierno portillista, la diputada local Paulia Muguira, salió en defensa de su esposo, el ex alcalde Juan Lavín, y reveló a los medios que había una deuda de 7 millones de pesos con el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), pero argumentó que su cónyuge la había heredado de administraciones pasadas. Nadie sabe a la fecha si la deuda sigue vigente.
Otro caso aparte es el asunto de la llamada bursatilización del Impuesto sobre la Tenencia y Uso de Vehículos, realizada desde el sexenio anterior y por la cual el Ayuntamiento de Córdoba recibió un monto de 76 millones 817 mil 501 pesos, según el reporte del Órgano de Fiscalización Superior (Orfis) sobre la Cuenta Pública de Córdoba en el año 2008. De esa cantidad, 38 millones 187 mil 559 pesos fueron por la bursatilización del 20 por ciento del impuesto y 38 millones 629 mil 942 pesos por el programa fidelista “Peso a Peso” que era parte del mismo chanchullo y que los cordobeses tendrán que pagar. Tan sólo por el latrocinio fidelista llamado bursatilización, cada habitante cordobés – hasta los ancianos, los enfermos, los recién nacidos, los presos, los que viven en pobreza extrema, es decir, todos sin excepción- deben en promedio 400 pesos.
En total, esos 76 millones 817 mil pesos se finiquitarán hasta el año 2028, es decir, si no pagan los actuales ciudadanos económicamente activos, lo tendrán que pagar sus hijos o sus nietos. ¿Y aún así el munícipe Francisco Portilla presume que Córdoba es un municipio sin deuda? Ya se dijeron los jarochos: hay que ser cochino pero no trompudo. ¿No creen? Por cierto, las declaraciones de Portilla se dieron en el contexto del inicio de la construcción de la autopista Córdoba-Xalapa. Ver para creer, apenas se coloca la primera piedra pero dicha carretera ya fue presumida en el informe de gobierno del mes de diciembre. ¿No es el mundo al revés, pues se engañó a la ciudadanía sobre obras inexistentes? Eso sólo sucede en Veracruz, sin duda.
TURISTEANDO
Al senador Héctor Yunes Landa lo mandaron a Baja California con el nombramiento de delegado especial del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) para las elecciones que renovarán la gubernatura. Y claro, de especial no tiene nada porque hay 20 delegados especiales más. No es ni un cargo de relevancia ni un reconocimiento a su persona a pesar de lo que se difunde en la prensa de la aldea, mucha de la cual pondera esa encomienda como si fuera el resguardo del Santo Grial. El veracruzano no tendrá mucho que hacer en aquel estado donde los intereses y las negociaciones son de un nivel superior, al cual no tiene acceso.
Los que lo han visto por allá aseguran que el legislador se la pasa matando el tiempo como un turista más –lo que incluye comilonas en restaurantes de comida internacional, pago de hoteles de cinco estrellas y demás atenciones con cargo al erario público-. Yunes Landa no conoce ni tiene alcance a los personajes que se juegan el poder, así de simple. Sin embargo, aún cuando dicho cargo tiene el mismo peso que un floreo de adorno, si ha ocasionado cierto incomodo en algunos de los políticos bajacalifornianos que captaron que Yunes Landa fue enviado allá para alejarlo de Veracruz.
“Los conflictos de Veracruz los quieren arreglar en Baja California”, lanzaron al dirigente nacional del PRI, César Camacho Quiroz, responsable formal de la delegación para Yunes Landa.Hasta donde se sabe, uno de ellos es el poderoso empresario, Jorge Hank Rhon, dueño de la cadena de casinos “Caliente” y del equipo de futbol Xolos, además de ser el heredero del fundador del Grupo Atlacomulco, Jorge Hank Rhon, al cual pertenece el copetón Enrique Peña Nieto. El aspirante a la candidatura priista -aunque las últimas noticias apuntan a que el abanderado será finalmente el senador Jorge Castro Trenti- repudió a Yunes Landa por ser primo hermano de Miguel Angel Yunes Linares y a la vez, protegido de Manlio Fabio Beltrones.
Es más, el propio Hank Rhon llamó telefónicamente a Veracruz para quejarse de que manden “lo indeseable” para allá. No está equivocado, porque en la entidad veracruzana hay muchos que destaparon las botellas de champaña cuando se enteraron del nombramiento en Baja California. Uno es quien ya saben –el que despacha en Palacio de Gobierno- otro el que tiene oficialmente la conducción del tricolor, Erick Lagos y otro más, el que regentea el congreso local, Jorge Carvallo Delfín. Los dos últimos intrigaron al senador con el primero, y además de definirlo como “petulante” y “sangre gorda” -algo más que es muy cierto pero a Lagos y Carvallo habrá que recordarles el refrán: el comal le dijo a la olla-, también lo acusaron de rebasar la dirigencia estatal del PRI y al propio gobernador.
Como se sabe -pues fue público y notorio- Yunes Landa por cuenta propia inició cabildeos con aspirantes a las alcaldías y diputaciones locales, realizó reuniones con militantes priistas para darles línea de cómo proceder electoralmente – una de ellas fue en Córdoba- y comenzó a comprometer a líderes con su proyecto personal para el 2016. Por si fuera poco, ya tenía una agenda permanente de conferencias con los medios informativos en las que opinaba de todo, aún sin saber como la actriz Carmen Salinas. Lo mismo abordaba temas del gobierno estatal que asuntos electorales. Todo con tal de aparecer en la prensa.
Es más, los enterados del asunto, señalan que el subsecretario de Gobierno, Enrique Ampudia entregó un reporte sobre reuniones de Yunes Landa con ediles y líderes priistas a los que les ofreció apoyos, gestorías, recursos y otras linduras si negaban el respaldo a otros políticos, entre ellos el también senador José Yunes Zorrilla. De ahí que se maniobró para que fuera alejado del estado, mandándolo como convidado de piedra a Baja California donde, para variar, el tricolor tiene más de veinte años que no gobierna y las expectativas de triunfo no son del todo buenas.
Yunes Landa estará alejado de la entidad veracruzana durante todo este proceso electoral cuyos resultados -alcaldes y diputados- definirán a los futuros operadores de los comicios del 2016, esa fue la intención de trasfondo. En resumen, lo mandaron a turistear y en él se aplica aquello que tradicionalmente los adultos le dicen a los niños insoportables, enviándolos a un “mandado” para traer “una pastilla de tenme-acá” y si es posible “una ramita de nunca-vuelvas”.
POLVO ERES
Ayer inició el Carnaval de Veracruz con el ritual de la Quema del Mal Humor que representa al personaje o la situación que hizo enojar a todos en el año reciente y que merece ir a la hoguera tras un juicio popular. Con esa parodia da inicio al jolgorio, desinhibición y destrampe carnal de los nueve días del reinado del Rey Momo o Juan Pueblo. Para esta edición, los organizadores de la fiesta se quebraron la cabeza al elegir al polvo de Coque -un desecho ferroso o del petróleo que se almacena a cielo abierto en el puerto de Veracruz y que con los vientos se esparce y lo respiran miles de habitantes del norte de la ciudad- como símbolo del Mal Humor.
Se había pensando en quemar a El Dengue pero se cambió por el Coque porque es un año electoral y con ello se pretende ganar simpatías entre los porteños donde hay la amenaza de un voto de castigo para el PRI. Sin embargo, nadie puede negar que hay otros personajes que han ocasionado mucho más daño y rabia a los veracruzanos y mexicanos, y que eran mejores candidatos a la hoguera. Por citar algunos, a nivel nacional está la francesa secuestradora Florence Cassez -a quien quemarán en el Carnaval de Mazatlán- o los ministros de la “Suprema Corta” de Justicia, a l IFE, a Felipe Calderón, a Genaro García Luna, a Soriana o a Televisa.
En Veracruz muchos quisieran tatemar al ex gobernador innombrable, saqueador del estado y responsable de todas las calamidades en seguridad pública que hoy se padecen, o al desprocurador Amadeo Flores y sus brillantes deducciones -y sus oficinas convertidas en motel para sus guaruras-, o a los alcaldes que se han robado lo que han querido en los ayuntamientos y que siguen gozando de impunidad. Es larga la lista de los que deberían acabar en una pira aunque sea en la del carnaval.