Ixtaczoquitlán.- Luego de los recientes hechos delictivos que se presentaron en las inmediaciones de la congregación Potrerillo del municipio de Ixtaczoquitlán, jefes de manzana ocultos en el anonimato por miedo a represarías, dijeron que sus calles siempre han sido refugio de delincuentes. “Somos más la gente buena, pero llegan nuevas personas que no son del lugar y alquilan casas en la zona y resulta que son malhechores” expresó don “Javier”.
Comerciantes, transeúntes, y empleados que trabajan en los comercios de la avenida Zaragoza de Potrerillo, denunciaron que las calles del pueblo, se encuentran en penumbras luego de las seis de la tarde, y que esto provoca que los asaltantes y otro tipo de delincuencia esté a la orden del día, ya que estos llegan en vehículos desconocidos a las calles del lugar utilizando casas de la zona para esconderse.
María Isabel, quien trabaja en una tienda de la zona, comentó que al salir por la noche rumbo a su casa, camina unas cuantas cuadras, y observa movimiento inusual de carros y camionetas que transitan por la zona. Apuntó que hay días enteros que ni una patrulla de ninguna corporación policiaca pasa por el lugar.
Por su parte, jóvenes estudiantes que caminan por esas calles ya noche, acusan que en ocasiones han sido asaltados alrededor de las nueve, ya que a esa hora no se cuenta con vigilancia. Los entrevistados expresaron temer por su vida.
Los jefes de manzana mencionaron que se han visto en la necesidad de caminar por ese rumbo ya que en ocasiones ni los propios taxistas transitan a altas horas de la noche por ese sector, pues temen ser asaltados cuando circulan por esa zona con pasaje que se dirige a la unidad habitacional. Por ello lo hacen a alta velocidad.
Los vecinos señalaron que han reportado el desperfecto de luminarias al Ayuntamiento, pero nadie les hace caso. Los trabajadores de la dirección de Alumbrado Público no reparan los daños, y ya son muchas las que se encuentran en malas condiciones. Pidieron al Ayuntamiento reparar las luminarias porque es peligroso caminar por las calles de Potrerillo sin vigilancia y luz, lo que provoca una verdadera zozobra en la población del lugar.