Córdoba.- El candidato del PAN a la Diputación Federal por el Distrito de Córdoba, Juan Gerardo Perdomo, estuvo ayer en Fortín tocando puertas, visitando a vecinos y platicando los supuestos compromisos que desea pactar con los votantes.
Afirmó que los fortinenses están cansados de falsas promesas, y él promete un cambio, empero; ¿qué credibilidad puede tener si no exhibe a quienes, desde su mismo partido, han hecho cientos de robos y dañado a quienes le brindaron su confianza?
Los nuevos proyectos no pueden avanzar con los viejos actores políticos. Si de verdad tuviese un interés en crear ese cambio que tanto anuncia el 7 de junio, señalaría su distanciamiento con el más nefasto y faltista de la Cámara de Diputados, Víctor Serralde.
¿Planea aprender a bajar recursos como él para destinarlos en su beneficio? Claro está que Serralde lo hace para sus constructoras, un intérprete de la corrupción que penetra cada rincón del partido de derecha.
¿Qué asesoría puede recibir de un patán como Serralde? ¿Qué promesas puede haber recibido de él? No somos capaces de entender cómo es posible que pretenda hablar de cambios cuando está al lado de espécimen representante de la clase política más corrupta, mediocre y decadente que drena al país.
No se cambia la salud por la riqueza, ni la libertad por el poder.
“Todos piensan en cambiar al mundo, pero nadie piensa en cambiarse a sí mismo”: Alexei Tolstoi.
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