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Golpiza en la casa de Armel

Superiberia

Fortín.- La madrugada del domingo pasado, después de la graduación de preparatoria del Tecnológico de Monterrey, se organizó un “After Party” -lo que ahora le llaman “ir a seguir la fiesta a otro lado”-. Los organizadores fueron la familia Cid de León Muguira, y se llevó a cabo en la casa del alcalde de Fortín, Armel Cid.

 

Después de una noche de muchas copas, llegadas las 8 am, varios jóvenes, entre ellos Luis Antonio y Santiago Pontón Porres-Peña, Marco Antonio Domínguez Munguía entre otros, golpearon salvajemente a José Ramón Hernández Mota, de 20 años, hermano de una de las niñas graduadas, quien luego de la golpiza, incapaz de levantarse por su propio pie, tuvo que ser asistido para ser trasladado al hospital, donde aún se encuentra ingresado por, entre otras lesiones, fractura de naríz, así como por diferentes golpes en el cuerpo por las patadas que le propinaron.

 

La golpiza se dio enfrente de la hermana de José Ramón, quien gritaba que dejaran de golpear a su hermano, y lo hizo hasta quedar afónica. Ésto, desde luego es de cobardes y empachones, ¿golpear entre varios a un joven hasta mandarlo al hospital fracturado? ¿Hasta dónde hemos llegado en esta sociedad en total decadencia? 

 

Y después vienen los lamentos, pero mientras tanto hay papás permisivos e irresponsables que dejan que sus hijos sigan de “fiesta” toda la noche, la madrugada y hasta las 8 de la mañana, con el alcohol suficiente para a esas horas ya estar enloquecidos sin ningún control de sí mismos. En Xalapa, hace algunos años un grupito de jóvenes también golpeaban al que les caía mal cada que había fiesta… hasta que finalmente en una de esas borracheras mataron a un muchacho de apellido Palomeque. Los papás muchas veces sobreprotegen a los hijos tratando de minimizar sus reprobables actos. 

 

Cuando permitimos que nuestros adolescentes tengan ese tipo de comportamientos de cobardía y prepotencia, lo único que estamos construyendo es a sujetos como Armel Cid, que ahora le pega hasta a las mujeres.

 

Los papás de la joven víctima no quisieron levantar una denuncia argumentando que ya les habían pagado los gastos en el hospital, factura que el señor Jorge Díaz Mirón dijo que cubriría a nombre del señor Domingo Muguira.  

 

Qué lástima que el padre de este joven golpeado no entienda que en la mayoría de estos casos, como el de Xalapa, el dinero muchas veces ya no te regresa a tus hijos, y que la justicia además de castigar también educa.

 

Muchos se preguntarán en dónde estaban los papás de estos jóvenes… no sabemos, pero Armel seguramente andaba de adúltero y ni a su casa había llegado, porque su esposa ya lo perdonó, pero Fortín nunca.

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