El tema de esta edición, China: A través del espejo, dejó ver diseños blancos elegantes como el elegido por Uma Thurman, o atrevidas transparencias, lucidas por Beyoncé o Kim Kardashian. Sin embargo, caras conocidas como Rihanna, Madonna o Lady Gaga no acertaron con sus looks orientales.
La fiesta MET, organizada por el Costume Institute, se celebra anualmente para la recaudación de fondos en beneficio del Museo Metropolitan de Arte. Se espera de los invitados que elijan sus diseños en función del tema elegido, en el que la interpretación occidental de la cultura china determinó los looks de esta edición.
El guiño a la cultura china de la cantante Rihanna no fue precisamente admirado.
Se trataba de un vestido-capa brillante hecho a mano que arrastraba por la alfombra roja. El enorme traje amarillo, diseñado por el chino Guo Pei, dejaba a la vista un forzoso escote que pareció no gustar. El vestido de la cantante recordaba la fantasía de un dragón chino, típico de las celebraciones de Año Nuevo., pero no les gusto.
El traje de Jeremy Scott que vistió Madonna no fue aceptado, pese a que sus extraños diseños que viste “la reina del pop” suelen ser admirados. Sin embargo, el traje escotado negro y con incomprensibles letras en blanco, no gustó.
Lady Gaga optó por un Balenciaga que combinaba estilos y formas que tampoco dieron resultado. El vestido-capa de anchas mangas estaba acorde con el tema chinesco pero el traje no destacó por elegante u original, sino por extravagancia. La valentía del diseño circular de Giles Deacon que lució Solange Knowles no triunfó, al contrario que las transparencias vestidas por su hermana Beyoncé.
La aparición en la gala de la modelo Irina Shayk no llamó la atención como otras veces. Su sencillo y escotado diseño de Dior ofrecieron un toque de sensualidad y sencillez pero no estuvieron al nivel de las expectativas de la exnovia de Cristiano Ronaldo.
Sarah Jessica Parker sabe de lo que va la Gala del Met y acertó de pleno con su tocado de Philip Treacy fue de lo mejorcito de la noche, pero claro, Twitter no entiende de moda y sí de cachondeo, y el tocado y el vestido da para convertirse en todo tipo de dibujos animados.