En medio de una emotiva celebración Natalia Marín Hernández –de tan sólo un añito de edad– recibió este fin de semana el primer sacramento de la Iglesia católica: el bautismo, sobre todo deseando que Dios la proteja desde esta etapa por lo que fue presentada, por sus padres y padrinos, en la parroquia de San José Obrero.
Felices por ese acontecimiento estuvieron Viridiana Hernández de Marín y Fernando Marín Delfín, papás de la pequeña, quienes no dudaron en elegir a Julieta Hernández Muñiz y Edgar Real Serrano como padrinos de su hija, por lo que gustosos aceptaron el compromiso de guiar a la pequeña por el sendero del bien.
Especial fue ese acontecimiento ya que llegado el momento el sacerdote oficiante roció la cabecita de la pequeña convirtiéndola en hija de Dios ante el ritual del bautizo.
Al cumplir con el primer sacramento de la Iglesia católica, el matrimonio Marín Hernández no dejó pasar la oportunidad para festejar en grande el bautizo de su heredera, con la compañía de sus familiares y amigos, quienes con regalos y las más sinceras felicitaciones emocionados fueron partícipes de esa ocasión especial en la vida de la pequeña Natalia.