Por Andrés Timoteo / columnista
74 MUJERES
Hasta ayer, eran 74 las mujeres asesinadas en Veracruz desde el mes de diciembre. Es decir, un crimen cada dos días, como ya se había expuesto, y tal estadística ha colocado a la Entidad en los primeros lugares de feminicidios en el País. Ese acumulado de homicidios fue adicionado en las últimas horas con la muerte a balazos de una mujer en Atoyac, atacada por sicarios junto a su marido quien también perdió la vida.
En la colonia Tarimoya del puerto de Veracruz, una de las llamadas ‘ciudades perdidas’ -por la pobreza extrema, carencia de servicios e irregularidad de los predios- de la urbe más populosa de la entidad un hombre mató a golpes a su hijastra, una joven discapacitada de 23 años, y en Poza Rica se localizó el cadáver de otra mujer con huellas de violencia sexual que fue arrojado en la vía pública de la colonia Libertad.
Es cierto, no todos los asesinatos de mujeres son feminicidios, pero Veracruz tiene dos alertas por violencia de género vigentes y entonces los protocolos judiciales obligan a tratarlos de esa manera, al menos inicialmente. Por eso se cuentan y tipifican así. La autoridad debe investigarlos dándoles el tratamiento de homicidios con motivación de género, o sea por su condición de mujer.
No hay que olvidar que desde el 23 de noviembre del 2016 la Secretaría de Gobernación emitió un primera Alerta de Género por Violencia contra las Mujeres en once municipios veracruzanos entre ellos Córdoba y Orizaba donde están disparadas las cifras criminales contra las féminas. Las otras localidades son Boca del Río, Coatzacoalcos, Las Choapas, Martínez de la Torre, Minatitlán, Poza Rica, Tuxpan, Xalapa y el puerto de Veracruz.
En esa primera declaratoria se ordenaba una serie de dispositivos de emergencia para atender la violencia contra las mujeres que van desde la preponderancia ministerial para recibir denuncias tempranas hasta la protección de las víctimas a fin de alejarlas de potenciales agresores y sitios de peligro, y para ello se ordenó la ubicación de refugios temporales y permanentes, así como el asesoramiento jurídico, médico y sicológico.
También la activación de un protocolo de seguridad pública para prevenir esa violencia y auxiliar a las víctimas inmediatamente en caso de ser necesario. La misma declaratoria ordenaba “acciones inmediatas y exhaustivas para tramitar diligentemente órdenes de protección a mujeres víctimas de violencia; la creación de agrupaciones de seguridad especializadas en género y de reacción inmediata y la búsqueda y localización de niñas y mujeres desaparecidas”.
Y ponía énfasis en la labor preventiva que recae en la Secretaría de Seguridad Pública, es decir en el gobierno estatal, en coordinación con los ayuntamientos para difundir la alerta y desarrollar “una estrategia de prevención, vigilancia y seguridad pública que logre la recuperación de espacios públicos; y reforzar los patrullajes preventivos”. La inmediatez en la reacción de la autoridad y la prevención del delito son las claves en este dispositivo de alerta.
¿Qué ha sucedido?, ¿por qué en lugar de disminuir los feminicidios se dispararon? Por la relajación de las autoridades. Ni el gobierno estatal ni el municipal hacen su tarea. Las mujeres bajo riesgo no tienen la ayuda institucional ni preventiva ni inmediata de reacción que recomienda ese alertamiento. Tampoco la difusión respectiva para que las mujeres sepan que existen opciones -instituciones y personas- que pueden ayudarlas a sobrevivir.
En pocas palabras, la Alerta de Genero por Violencia contra las Mujeres decretada hace ya casi tres años no se ha cumplido. Hay una segunda Alerta de Género pero por Agravio Comparado que se emitió en diciembre del 2017 que tiene que ver más con los derechos reproductivos y sexuales de la mujer, especialmente con la facultad legal para que dispongan de su cuerpo y en su caso, decida por voluntad propia interrumpir un embarazo.
La misma tampoco ha sido cumplida pues en el Congreso Local se han negado a reformar las leyes que desagravien a las mujeres veracruzanas. No obstante, lo urgente es atender la violencia feminicida dando cumplimiento a la primera declaratoria. Y aquí hay que destacar una cosa, la Guardia Nacional a la que tanto recurren los funcionarios para dar respuesta a las exigencias de los ciudadanos por la inseguridad, tampoco solucionará la “ola” de feminicidios.
Lleguen o no soldados a patrullar las calles, la violencia contra las mujeres se gesta -y se seguirá gestando- muchas veces al interior de los hogares. De ahí los protocolos para atenderlas que incluyen todos los aspectos desde la difusión e información, hasta la asistencia jurídica, médica y sicológica, pasando también por la educación para prevenirla.
Si no hay una combinación de acciones de los tres niveles de gobierno -federal, estatal y municipal- difícilmente se logrará abatir la hecatombe. Ahora -hasta ayer- van 74 mujeres asesinadas en lo que va del presente gobierno estatal, ¿cuántas se sumarán esta semana?, ¿sobre quién recae la responsabilidad para atender el problema?, ¿cuántas más deben morir para que haya una reacción oficial?
PRIMERA LLAMADA
El próximo domingo inicia la Semana Santa, los días litúrgicos que recuerdan la pasión y muerte de Jesucristo. Y en Tomatlán ya está listo el teatro del pueblo, llamado “’Semana Santa en Vivo 2019’, que se realizará los días 18, 19 y 20 de abril. Será la quincuagésima sexta representación de los pasajes bíblicos o sea que desde hace 56 años en esta población de la zona centro de la entidad se mantiene dicha tradición artística.
La ‘Semana Santa en Vivo’ es un esfuerzo colectivo de los lugareños que han logrado combinar la fe con el arte y la oferta turística. El teatro popular respeta horarios y tradiciones de la liturgia eclesiástica y viceversa. Es más, el sábado anterior, los actores y organizadores se reunieron con el sacerdote Alberto Rosas Palomo, responsable de la parroquia San Miguel Arcángel, para celebrar un encuentro de oración y reflexión porque la participación del teatro conlleva un compromiso de buena voluntad y fraternidad.
Visitar Tomatlán para disfrutar el teatro popular es una opción interesante que también ayuda a la economía del lugar. Los turistas pueden combinar la apreciación teatral con la participación en los rituales religiosos. Este año, los organizadores ingresaron a la era digital para promover la ‘Semana Santa en Vivo’ en las redes sociales, concretamente en la dirección: https://www.facebook.com/lapasionentomatlan/, donde los interesados pueden consultar horarios, lugares y descripción del elenco a participar.