México.- La combinación devastadora de pobreza extrema y violencia desencadenada por el narcotráfico ha llevado a la desolación de 680 municipios en México, catalogándolos como ‘pueblos fantasma’. Estas localidades, que representan el 27% del territorio nacional, han sido abandonadas por familias enteras que huyen de la ola de violencia y marginación social que azota principalmente las zonas rurales del país.
Un análisis de los censos de población del INEGI realizado por MILENIO revela la alarmante realidad que enfrentan municipios como Guadalupe en Chihuahua, Tumbiscatío en Michoacán, y Badiraguato en Sinaloa. Estas comunidades han sido testigos de la desesperada huida de familias enteras que, como medida de precaución, se ven obligadas a abandonar sus hogares ante la amenaza constante de conflictos armados, propiciados en gran medida por la presencia de cárteles.
Guadalupe, ubicado a 80 kilómetros de El Paso, Texas, experimenta uno de los mayores desplazamientos forzados y despoblación por violencia. En los últimos 15 años, el número de habitantes ha disminuido en un alarmante 57.7%. Informes de inteligencia indican que los cárteles de Sinaloa y Juárez-Jalisco Nueva Generación han librado conflictos en la zona desde mediados de la década de 2000, durante la fracasada guerra contra el narcotráfico lanzada por Felipe Calderón.
Estos ‘pueblos fantasma’ reflejan la tragedia humana y social que persiste en diversas regiones de México, donde la población se ve atrapada en la encrucijada de la pobreza extrema y la violencia despiadada, obligándolos a abandonar sus hogares en busca de seguridad y supervivencia.