CDMX.- Cinco de cada 10 procesados que se encuentran en las diferentes cárceles del País, enfrentan delitos relacionados con drogas. El mayor aumento de detenciones por este motivo se registró de 2009 a 2011, y son sobre todo jóvenes con poca escolaridad y de situación económica precaria.
Por ello, nueve de cada 10 personas acusadas de cometer delitos de narcóticos del Fuero Federal reciben auto de formal prisión; es decir, enfrentan sus juicios en reclusión.
De acuerdo con datos del reporte: “Prohibición de drogas y combate frontal al narcotráfico”, realizado por el Instituto Belisario Domínguez del Senado, entre 2009 y 2010 aumentó 36% el número de procesados por narcotráfico en el país, al pasar de 18 mil 179 a 24 mil 825 personas.
El 10% restante sale libre, ya sea por falta de elementos para procesar, por sobreseimiento de sus casos (son desechados) o por dictarse su libertad absoluta, refiere el estudio.
De acuerdo con las Estadísticas Judiciales en Materia Penal del Inegi de 2016, 52% de los procesados fueron acusados por delitos de narcóticos.
Le siguen ilícitos cometidos con armas (28%), defraudación fiscal (4%), y otros delitos como organización delictiva, robo, contra la ecología y medio ambiente.
La información revela “un alza en la persecución de delitos en materia de narcóticos (cualquier delito de drogas, no necesariamente narcotráfico)”, advierte el estudio realizado por el investigador, Carlos Galindo.
La “persecución” es contra un segmento específico: jóvenes, con baja escolaridad y ocupaciones precarias. Esto, según académicos y activistas, indica que “la política de drogas afecta de sobremanera a jóvenes ya de por sí marginalizados”.
Los números son claros: en 2012 ingresaron casi 19 mil personas, de entre las cuales, una de cada tres fue un hombre de 18 a 25 años de edad (casi 6 mil jóvenes varones; si se consideran hombres de 18 a 30 años suman casi 10 mil y representan 53% del total).