De la Redacción
El Buen Tono
Región.- En una reciente declaración, Claudia Sheinbaum afirmó que no acatará la orden de la jueza que busca suspender la publicación de la reforma al Poder Judicial, argumentando que dicha reforma representa la “voluntad del pueblo” y que “el pueblo manda”.
Esta afirmación es una mentira, pues se sabe que quienes eligieron a Chiquiyunes, el pueblo, no lo hicieron para apoyar las iniciativas de Morena, sino para que votara en contra.
El argumento de Sheinbaum no sólo ignora la postura de los votantes de Yunes, quienes esperaban una oposición firme a Morena, sino que también da la espalda a la esencia de la democracia.
La realidad es que, Morena le “retorció el rabo” a Yunes para obligarlo a traicionar a su partido y a sus votantes, un acto que no refleja la voluntad popular.
Además, es inaceptable que en este entramado de poder, Morena haya optado por perdonar órdenes de aprehensión contra los Yunes. Lo que cometieron los Yunes fue traición y deberían estar en la cárcel y devolviendo lo que han robado, pero lo hecho por Morena, fue corrupción.
La lealtad de Yunes a Morena, adquirida a través de la extorsión política y el miedo, no es un reflejo de la voluntad del pueblo, sino una traición a quienes lo eligieron para representar sus intereses.
Es fundamental recordar que tanto los hermanos Yunes Márquez, como su padre, deberían estar enfrentando la justicia, sin embargo, fueron perdonados gracias a un sistema que se alimenta de la corrupción y la manipulación.