La capital rusa soporta desde ayer la mayor nevada de lo que va invierno, con más de 20 centímetros de nieve acumulados, que ha complicado los desplazamientos de los moscovitas y ha obligado a los servicios de limpieza del Ayuntamiento a aplicarse al máximo para despejar calles y aceras.
“En las últimas veinticuatro horas se han retirado más de 700.000 metros cúbicos de nieve de las calles de la ciudad”, dijo hoy la prensa el teniente de alcalde de Moscú, Piotr Biriukov, quien destacó que operarios y máquinas quitanieve trabajan sin respiro.
Las autoridades llamaron a los moscovitas a abstenerse, en lo posible, de utilizar sus automóviles y optar por el transporte público, a fin de facilitar las labores de los equipos de limpieza vial.