El amor de una madre es el combustible para que un humano logre lo imposible, y es que no hay sentimiento más puro y perfecto que el de mamá, quien sabe perfectamente cómo convertir las lágrimas en sonrisas y compartirá siempre los momentos especiales de sus hijos…
Poseedoras de una energía incansable, llenas de amor, fuertes para defender y al mismo tiempo tiernas para consentir, curan sin ser doctoras, deleitan los paladares sin ser chefs, saben cuando estás triste o si te pasa algo sin tener el poder de leer las mentes. Por todo eso y mucho más, les decimos a todas las mamás ¡muchas gracias, son lo máximo!