Las multicitadas y acariciadas reformas están sobre la mesa. Pero debemos ser claros de que el instrumento jurídico es inútil sin una estrategia adecuada de implementación de su contenido. Me da la impresión de que no hay una claridad total en cuál es el puerto de arribo, una vez que se ha zarpado con las reformas en las bodegas. El año que viene será crucial en la historia de este país. Si no logramos despegar con estas herramientas, se perderá el momento, pero sobre todo la esperanza. Este 2014 estará inscrito en la historia como el principio de un nuevo México o el entierro del México podrido.
Yo reitero la necesidad de ser claros con la ciudadanía. La aprobación, promulgación y publicación de las reformas no es de ninguna manera la resolución de los problemas nacionales en las distintas materias. Una vez aprobada la reforma educativa, los egresados de las escuelas nacionales no serán Einsteins por decreto, no se reducirá el precio de la luz o la gasolina en los próximos meses y no se crearán empleos adicionales en el corto plazo. Mentir en función de lograr una aprobación cosmética de las reformas por parte de la opinión pública es la peor estrategia imaginable, como es igualmente irresponsable pregonar la venta del país y la rendición de la soberanía por las leyes aprobadas.
Este año ha sido particularmente turbulento en hechos nacionales e internacionales. Un destello de justicia se apreciaba al inicio de la administración de Enrique Peña Nieto, la detención y procesamiento de Elba Esther Gordillo abría la puerta a imaginar una nueva era en la tolerancia de líderes rancios y ladrones. Pero lejos de terminar con esa ralea de rateros, algunos parecen fortalecidos, como el caso del abuelo de Keiko, Boli y Morgancita, esos “tiernos” bulldogs patrocinados por el petróleo de todos los mexicanos, que tanto se esforzaron en defender algunos, hasta el infarto otros.
Año de liberaciones ignominiosas que nos demostraron las enormes fisuras de nuestro sistema de justicia. Esta aspiración que lleva a la cárcel, condenados por sus crímenes, tan sólo a 1.5% de aquellos que cometen delitos. Un tribunal federal liberó al mítico narcotraficante Rafael Caro Quintero. Un hombre que desde la óptica de algunos ya habría cumplido su cuenta con la sociedad; para otros, es el mismo Satán liberado del averno y que necesita ser recapturado para responder por sus crímenes contra la Unión Americana. La liberación de Florence Cassez irritó a todos los mexicanos; una secuestradora, evidentemente responsable de conductas ilícitas, que gracias al protagonismo de Genaro García Luna, zar en contra de la delincuencia organizada, que resultó zar-andeado, por su propensión a la producción de telenovelas y convertir a la delincuente en una víctima más del Canal de las Estrellas.
Año de muertes y cambios sin precedentes. La muerte del “Loco de Caracas”, que estuvo envuelta en la parafernalia y el mesianismo de su propio mandato. De Nelson Mandela, el preso 466/64, Rolihlahla, el joven que se desmayó en su ritual de circuncisión que vivió en Robben Island y desde la celda veía los sueños de igualdad, murió recibiendo un homenaje global.
La renuncia sin precedentes de Benedicto XVI y la ascensión al trono de Pedro de un hombre irrepetible: Jorge Mario Bergoglio, el papa Francisco. Un hombre llamado a convertirse en rockstar, desdeñoso de los lujos y excesos vaticanos, que se mezcla y se acerca con la gente, que odia por ostentoso el otrora transporte oficial vaticano, un Mercedes 600 blindado, y que, rumoran, se escapa disfrazado para tener baños de mundo y de gente. Una brisa renovadora para el catolicismo que se encontraba en la peor racha de su historia.
El año de “Ingrid” y “Manuel”. Estos dos nombres desnudaron la endeble Protección Civil nacional y local. Estos fenómenos naturales dejaron en evidencia al director del Fonden, que en Las Vegas se inflamaba de patriotismo gritando envalentonado por el alcohol, mientras en Guerrero gritaban por ayuda y de dolor.
Un periodo en el que los maestros nos pusieron a prueba. Lástima que la misma nada tenía que ver con conocimientos; fue una prueba de paciencia para los ciudadanos, de pantalones para las autoridades y de operación política para algunos gobernantes. Reprobados todos. El resultado de la prueba fue insatisfactorio. Sólo quedó demostrado que la educación en México ha sido un histórico botín del cual sólo son excluidos los educandos.
Un año en el cual Uruguay sorprendió al mundo con la aprobación total del cultivo, distribución y consumo de mariguana. Lo que convertirá a ese país sudamericano en el más importante laboratorio de prueba para la legalización de las drogas.
En fin, un periodo muy complejo, del cual México puede resurgir de forma muy importante o recaer mortalmente en sus vicios y violencia. Un periodo del cual debemos analizar las fuentes que nos han llevado cada día a tener índices más elevados de violencia y, lo más preocupante, cada vez perpetrada por más jóvenes.