Agencias
Veracruz.- Un masivo derrumbe ocurrido el 25 de octubre en la autopista Orizaba – Puebla, en el tramo Acatzingo – Ciudad Mendoza, ha bloqueado una de las principales arterias del transporte de mercancías en México. A casi tres semanas del incidente, no se tiene una fecha exacta para restablecer el paso en esta zona de Veracruz, lo que ha generado grandes pérdidas económicas para las empresas y transportistas, obligados a desviar sus rutas a través de Xalapa, lo que incrementa significativamente los costos de combustible y tiempo de viaje.
Las autoridades de Veracruz han estimado que el deslizamiento de tierra involucró alrededor de 150,000 metros cúbicos de material, una cantidad equivalente a 60 albercas olímpicas. Durante una rueda de prensa encabezada por el gobernador Cuitláhuac García, se mencionó que la deforestación en la zona podría haber contribuido al deslave, que afectó tanto a vehículos de carga como a particulares, aunque, afortunadamente, no hubo víctimas mortales. Hasta el 10 de noviembre, se confirmó el rescate de 8 personas con lesiones leves, mientras que el número de vehículos sepultados preliminarmente es de cuatro tractocamiones y dos autos particulares.
Las autoridades han propuesto rutas alternas, como la Cumbre de Acultzingo – Azumbilla y Orizaba – Conejos – Xalapa, pero ninguna de ellas es viable para el transporte de carga, lo que sigue afectando gravemente la economía local y nacional. A pesar de los esfuerzos, no se ha establecido un tiempo claro para la recuperación de la vialidad en esta crucial autopista.