Orizaba.- El obispo de la Diócesis de esta ciudad, Eduardo Cervantes Merino, consideró que la coincidencia del Miércoles de Ceniza y el Día del Amor y la Amistad es una oportunidad para vivir en toda plenitud.
Dijo que esta fecha no tiene que ver con el consumismo, sino con una entrega de amor y amistad al semejante, al hermano, al maestro, al padre y a los seres queridos.
Al referirse a la celebración del Carnaval de Veracruz 2018, comentó que se trata de una fiesta que se ha distorsionado y que se ha ido al extremo.
Recordó que dicho evento tiene lugar antes de la Cuaresma cristiana y que tiene el objetivo de “despedirse” de la carne, a fin de llevar una vida saludable durante los días que dura este período.
“Es una tradición (el Carnaval) que ha perdido el sentido profundo que tenía, la cual hace referencia a las fiestas cristianas. A veces se distorsiona el significado y la gente se va a los extremos; es algo que hay que ir purificando”, comentó.
Indicó que en el fondo “hay que entender lo que esos signos sociales quieren decir. La sociedad necesita emanciparse, salir y divertirse, pero sin correr peligro. Si no tenemos un referente claro, nos quedamos con lo de ‘encima’ y no con lo que beneficia al corazón”.
Por otra parte, el Obispo -de acuerdo con el mensaje litúrgico de la misa de ayer domingo- invitó a los católicos a que descubran su propia “lepra”, la cual puede identificarse en el dolor, la enfermedad física, la envidia, la competencia insana, el racismo étnico e incluso en la situación económica.
“Como al leproso que sanó Jesús, él puede hacerlo con cualquiera que reconozca su debilidad y le pida que lo cure”, aseveró.