Poco más de 116 mil asesinatos “legales” realizados en el vientre de sus madres en clínicas y hospitales públicos del Distrito Federal. Miguel Ángel Mancera asumió el compromiso de no dar “ni un paso atrás…” en la preservación “de estos derechos conquistados por las mujeres…” y luego, en lo que no pocos interpretaron como un augurio de lo que ya se negocia entre gobernadores y legisladores vinculados y/o cercanos a la izquierda, anunció su personal decisión de “lograr que esto vaya más allá de las fronteras de la Ciudad (de México)… para que también se alcance en otras entidades”.
En el marco del séptimo aniversario de la legalización de la práctica criminal del aborto —Interrupción Legal del Embarazo o, más, ILE, en boca de quienes parecen temer a las palabras— el (no perredista) jefe de Gobierno capitalino se echó a cuestas, a juzgar por sus palabras, la nada agradable tarea de generalizar la vigencia legal del derecho a privar de la vida al más indefenso de una sociedad, el no nacido, sin valorar siquiera si entre el 24 de abril de 2007 y la fecha de la aplicación de tal política ha derivado o no en beneficios para la ciudad y, aún más, para la mujer…
Ignorando, o sin mencionar siquiera, que en contraste con lo que, en su momento se argumentó para legalizar el aborto —la supuesta necesidad de abatir su incidencia—, los números muestran una tendencia creciente, de manera tal que, si bien en 2007 “sólo” se realizaron cuatro mil 799 “interrupciones”, ya el año pasado la cifra llegó a ¡20 mil 687!, algo más de 116 mil en siete años… sin contar, obvio, los cientos o, ¿miles? de abortos clandestinos —en cuanto que nadie parece tener referencia o estadística de los mismos— “aunque ahora hay que pagar (por ellos) en clínicas privadas”, multimillonarios negocios éstos que nadie regula.
Ignorando, igualmente, que del total de “interrupciones legales” realizadas en instalaciones administradas por su gobierno, al menos seis mil 632 de ellas han sido practicadas a menores de 18 años y que, en contraste con el pronóstico del titular de Salud, Armando Ahued, en el sentido de que, a merced de que “todos los programas de educación sexual, de planificación empiezan a tener un efecto (positivo)…”, la incidencia del aborto legal caería 15%, ¡en 2013! Ello no sólo no ocurrió, sino que, al igual que en todos y cada uno de los años anteriores, creció respecto del mismo plazo previo.
¿Qué se pretende, entonces, que “vaya más allá de las fronteras de la ciudad… que alcance a otras entidades”? ¿Una política fracasada según las propias cifras oficiales? ¿Una política cuyos resultados se miden en vidas humanas cegadas en el vientre mismo de sus madres..?
Asteriscos
* Este sábado, por cierto, jóvenes del Movimiento “Pasos por la Vida” marcharán del Monumento a la Revolución a la Asamblea Legislativa para, como en los dos años anteriores, volver a exigir “aborto cero” e impulso de políticas a favor de la mujer embarazada, creación de bolsas de trabajo, fortalecimiento de la cultura de la adopción… y algo más.