La clase política priista de Veracruz tuvo un enorme prestigio nacional en el siglo XX; allí está la honestidad de Adolfo Ruiz Cortines; la inteligencia de Jesús Reyes Heroles; el control político de Fernando Gutiérrez Barrios. Inclusive, gobernadores como Marco Antonio Muñoz Turnbull, a quien por cierto le caracterizó su sencillez después de dejar el poder; pero hoy sólo son un remedo de lo que fue esa clase política, que ni siquiera figuran en el plano nacional por su talento, honradez o eficacia, sino que únicamente se sabe de ellos por su depredación económica, su crisis moral y su resolución de conflictos por la vía violenta; y en el actual gobierno observo a unos muchachos jugando a hacer política siguiendo los lineamientos de su escuela del fracaso y la vergüenza: la fidelidad.
Hace unos días al leer que el PRI estatal festejaría a un nuevo héroe anónimo, como lo es “Don Aldo Colosio”, me produjo risa, después pensé esto es reflejo de la supina ignorancia de la presidenta del PRI estatal, la que administra un edificio en la Avenida Ruiz Cortines, a éste último debe creer que fue un locutor de Televisa o Tv Azteca, porque dudo mucho que sepa que fue presidente de México.
Continuando con la reflexión anterior, olvidar que Luis Donaldo Colosio Murrieta fue el candidato fallido del PRI hace 20 años, bueno como no lee, pues debería saber que hay una película que se llama “Colosio”, bien realizada y adaptada a ese contexto político, en fin, todo esto es producto de su efímera y limitada carrera política, ya que ella viene de un programa de televisión, donde traficaba con la pobreza; después fue candidata a diputada federal por el PVEM, y ya siendo diputada, Emilio Gamboa la propuso para que se integrara a las filas del Partido Alternativa Socialdemócrata y Campesina con la finalidad de conformar el grupo parlamentario de ese partido, y ahora dice “que el PRI lo lleva en la sangre”, eso es cierto porque en el cerebro, definitivamente no.
No es un simple lapsus o un error lo de Luis Donaldo Colosio, eso es parte de lo que se conoce como el nuevo PRI: sin historia, sin memoria, sin discurso, sin estrategia, sin rumbo, sin futuro, confundido, aletargado, ignorante; en fin, el futuro inmediato es la derrota en la próxima gubernatura de Veracruz.
Históricamente el PRI toleraba a los corruptos, a los ignorantes, a los asesinos, pero no perdonaba la disidencia, la crítica, la “ruptura de la unidad”; y hoy al no haber dignidad de los militantes del PRI, continúan aceptando a cualquiera que les imponen como presidente, como es el caso del que estamos hablando; si a esto lo constituimos en el binomio PRI-Gobierno, bueno la mezcla es altamente peligrosa para que se mantengan en el poder; un Estado quebrado financieramente hablando; una crisis de seguridad pública sin precedentes, donde por cierto, las víctimas siempre son las culpables de lo que les suceda; y una crisis política que se agudiza en el interior de su gabinete, donde se practica una política Montessori.
Finalmente, los ciudadanos están muy atentos de la incapacidad gubernamental, y aquellos se convertirán en una mayoría silenciosa que los expulsará de la gubernatura en menos de tres años, así que la responsabilidad política que le toca a la oposición es diseñar un programa de gobierno de coalición para la reconstrucción de Veracruz del desastre en el cual lo han sumido estos imberbes de la política.